“Sacrificar” al peón
“Sacrificar” al peón
Por
Aurelio Contreras Moreno
La
repartición de las 20 diputaciones de representación proporcional que
corresponden al Congreso del Estado de Veracruz se ha mantenido en suspenso
ante un mal cálculo político del partido actualmente hegemónico en Veracruz,
Morena.
Al ganar Morena en 26 de los 30 distritos del estado de
Veracruz en la pasada elección, a lo más que puede llegar a aspirar es a
recibir cuatro curules por el principio de representación proporcional, pues de
lo contrario se incurriría en una sobrerrepresentación que está prohibida por
la legislación electoral.
Los resultados electorales permitirán que lleguen
a la LXVI Legislatura los 18 hombres y 12 mujeres que fueron elegidos por el
voto popular directo. Como los nuevos criterios constitucionales de paridad
obligan a una representación de 50 por ciento para cada sexo en las cámaras
legislativas, ésta debe compensarse en la asignación de las diputaciones
plurinominales.
En
la integración de su lista de candidatos a diputados locales plurinominales,
Morena colocó en la primera posición a Gonzalo Durán
Chincoya, quien es representante de la comunidad LGBT+ pero fue registrado en
su identidad de género como hombre. La segunda posición correspondió al actual
coordinador de la bancada de ese partido en la LXV Legislatura del Estado, Juan
Javier Gómez Cazarín, quien pretende reelegirse.
Hasta el tercer
lugar aparece una mujer, Illya
Dolores Escobar Martínez; en la cuarta posición fue colocado Yair Ademar Domínguez
Vázquez, el escribano de artículos propagandísticos que varios medios –con
convenio con el gobierno estatal- publican en sus secciones de opinión, y que
además ocupa la cartera de la Secretaría de
Organización del Comité Ejecutivo Estatal de Morena.
Ahí está el centro del “problema” para el morenato. Al
estar colocado en el segundo lugar de la lista de Morena y ser también un
hombre al igual que Durán Chincoya –cuya identidad de género “no binaria” no
cambia su sexo masculino en la legislación vigente-, a quien correspondería
ceder su lugar a una mujer para mantener la paridad de género es a Juan Javier
Gómez Cazarín.
El interés del
grupo gobernante en Veracruz por mantener el control político del Congreso
local los obligó a buscar todas las salidas posibles para darle la vuelta a la
restricción establecida tanto en la Constitución General de la República
Mexicana como en la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales,
que en su artículo 6 establece que “el Instituto (Nacional Electoral), los
Organismos Públicos Locales, los partidos políticos, personas precandidatas y
candidatas, deberán garantizar el principio de paridad de género en el ejercicio
de los derechos políticos y electorales, así como el respeto a los derechos
humanos de las mujeres”.
En Morena y en el gobierno estatal han sabido todo el tiempo
que el “candado” es infranqueable y por ello han retrasado lo más posible la
asignación de las plurinominales que debe llevar a cabo el Organismo Público
Local Electoral (OPLE), desde donde hace unas semanas un consejero a modo del
régimen, Juan Manuel Vázquez Barajas, difundió un supuesto “criterio” de
asignación en el que el diputado “no binario” se quedaba con una de las
posiciones de las mujeres. Algo que sería inmediatamente impugnado ante los
tribunales y echado para abajo en dos patadas.
El morenato
veracruzano buscó entonces “convencer” a las candidatas de su partido en las
posiciones 3 y 5 de la lista plurinominal para que no impugnen la asignación
planteada por Barajas “con madurez política y compromiso con la unidad de nuestro movimiento”, como publicó
en sus redes al reunirse con ellas esta misma semana el dirigente estatal de
Morena, Esteban Ramírez Zepeta. Y también optó por la vía de la intimidación,
como denunció la candidata de la posición 7, Marcela Josefina Barroso, hizo en
su contra el mismo Ramírez Zepeta.
El caso es que el “engrudo” se les hizo enormes “bolas”. Aun
cuando las candidatas de Morena “aceptasen” ceder su lugar a un varón,
organismos como la Red Nacional de Mujeres Defensoras de la Paridad tienen
lista y esperando la impugnación que, en función de sus últimas sentencias en
temas de paridad y violencia de género, lo más seguro es que procediera favorablemente
en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Así
que en Morena parecen haberse decidido por “sacrificar” al peón con tal de
mantener las piezas que le interesan en el ajedrez legislativo. Y ése no sería
otro que Yair Ademar Domínguez Vázquez, que en el último texto que publicó en
los medios adelanta su “beneplácito” con las “proyecciones de que su espacio
como candidato plurinominal podría ser ocupado por una mujer en el próximo
Congreso Local”.
“Desde hace tiempo lo señalé, yo nunca he tenido
ningún problema en que mi espacio sea ocupado por una mujer, al contrario, para
mí es un honor que las mujeres puedan tener mayor representación y es
importante que mis compañeras sepan que en mí van a encontrar a un amigo y a un
aliado. No es sacrificio, es voluntad y convicción política”, escribió,
resignado.
Tampoco
es que tuviera de otra. Le aplicaron la “ley de Herodes”. Así se llevan en la
“cuarta transformación”.
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@yeyocontreras