SALVO FLACA, PERO SÍ CANSADA Y SIN ILUSIONES LLEGA LA ZACATECANA AL DEBATE CON PEPE
SALVO FLACA, PERO SÍ CANSADA Y SIN ILUSIONES LLEGA LA ZACATECANA AL DEBATE CON PEPE
Por Edgar Hernández*
Y no es para menos.
En tres semanas los 38 puntos que ostentaba
arriba de su rival Pepe Yunes los perdió.
Bastó se le rascara un poquito a su pasado para
que la pus aflorara.
De hecho ya se sentía venir la embestida
ciudadana luego de su sonado fracaso en Dos Bocas y la bola de raterías que
sobre la refinería se ciernen.
Luego, en abono a lo mismo, esa tan desagradable
presencia de viejorrona de alcurnia, de voz tronante, altanera, de vestimenta
Vuitton ante una ciudadanía pobre, por no decir en harapos.
Una ciudadanía resentida, con rencores y ganas,
muchas ganas de cobrar agravios.
De ello, sin embargo, nunca se dio cuenta.
Flotaba al descender de la Suburban Premium.
Rodeada de un puñado de malencarados posaba sus
delicados pies en el camino, en los andadores de acero, flotaba en esas famosas
vallas que impiden se le echen encima y sí den margen para el saludo y una
selfie con “mi pueblo”.
Una botella de alcohol en sus manos tras la
salutación era obligada para protegerla de las bacterias que trasmiten los
pobres; cambio de ropa limpia a cada encuentro con la raza por aquello de los
piojos y a los niños… pues a esos angelitos solo de lejitos poque siempre andan
sucios y mocolientos.
Ello la gente lo observaba a cada paso que la
Nahle daba por el suelo veracruzano.
Pero, lo que más molestaba era su ignorancia.
Esa falta de conocimiento de las necesidades de
la población, el confundir a nuestros héroes patrios pensando que siguen vivos;
el no distinguir lagunas de litorales, no saber pronunciar el nombre de los
municipios y prometer a los habitantes de los 212 municipios “carritos de
medicinas” para resolver el problema del desabasto médico.
Y lo que fue primero risa y burla por tamaña
novatez al paso de los días se convirtió en mofa y mas tarde en enojo
colectivo.
Luego de darse a conocer los mansiones en Boca
del Río, Coatzacoalcos, Tabasco, Cancún, Monterrey y Nueva York por un valor
superior a los 100 millones de pesos. luego de hacerse público los 5 millones
de dólares que trasladó -ella y su esposo José Luis Peña y un prestanombre de
apellido Ferguson- a paraísos fiscales del Caribe y el colmo, concesionar 100
gasolineras para los amigos y utilizar vehículos Suburban robados para irse de
campaña, derramaron el río de dudas.
¿Esa es la quiere gobernar a ocho millones de
veracruzanos?
Estamos hablando de la misma, la zacatecana que
gastó 240 mil millones de pesos -16 mil millones de dólares en cinco años- en
un proyecto “Dos Bocas” que no sirve ni como paseo turpistico porque fue
construido abajo del nivel del mar y siempre está inundado.
“Dos Bocas” ha sido inaugurado cuatro veces y
no arroja más que bienes raíces.
En realidad, con tanto que tiene malhabido
guardado bajo el colchón y los bancos del Caribe, la zacatecana no tiene
necesidad de ir a gobernar Veracruz, sobre todo a la mala.
Y no tendría porque tiene todo, un marido
maloliente y mal humorado que terminó por comprenderlo a base de cañonazos
millonarios; una fortuna -3 mil 600 millones- que no se acaban las siguientes
cuatro generaciones; mansiones que una vez que completen la del Pedregal de la
ciudad de México y terminen de amueblar la de Nueva York, no les dará tiempo
mas que para visitarlas rápidamente una vez cada 15 días ya que son muchas.
Los negocios.
Para que quiere Veracruz -bueno, si lo quiere
por los 150 mil millones de pesos de presupuesto anual- si es repudiada donde
se pare. Si a cada lance ya como gobernadora será echada de los cafetines
tradicionales con gritos destemplados.
Nunca será aceptada donde se reúnen los
jarochos a comer y paseos donde van las familias a departir. Ella, ni su
marido, caben.
El punto es que uno es lo que piensa y el otro
es lo que Nahle ya decidió, irá al debate.
Ojalá llegue bien preparada con contratos de
arrendamientos, sin escrituras apócrifa, con las facturas de las camionetas en
regla, con los contratos legales de Dos Bocas y con una cinta en la boca para
su marido José Luis quien cada vez que habla, la caga.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo
@LineaCalienteEd