SAN JERÓNIMO 2016
MaryPaz Monzón
Como ya es una tradición, la última semana de septiembre en Coatepec, Veracruz, inicia la celebración en honor al santo patrón San Jerónimo. La edición 2016 continuó la tradición que observaron los frailes españoles desde la fundación del nuevo Coatepec, las ofrendas florales de los pobladores elaboradas en enormes arcos. Los actuales tributos de fervor y fe son producto del dinamismo técnico y la pervivencia de antiguas concepciones sincréticas de tradición indígena-católica, nos cuenta en cronista de la ciudad, Dr. Jesús J. Bonilla Palmeros.
Los arcos se colocan en las entradas de templos, son elaborados con un pesado marco de troncos de madera y varas de bambú adornados con flores epífitas (tenchos y camarón), por sus tonos rosados y rojos que dan un toque especial a las ofrendas, que combinan con la “flor de cucharita”, representan los colores distintivos, rojo y blanco, de san Jerónimo en la iconografía católica, sostiene el cronista.
Ritos particulares distinguen su manufactura. La ofrenda popular se integra con la bajada de arcos a los templos donde cientos de pobladores coordinados en los trabajos desde su elaboración, cargan el arco hasta el templo la tarde del día 29 de septiembre. Actualmente se llevan a todas las iglesias de Coatepec, además de la parroquia.
A esta celebración se sumó hace algunos años, las fiestas populares donde se corona la corte real infantil y juvenil, recorren calles en el llamado papaki, regalando golosinas a su paso llevando detrás de su carro una fila de seguidores. En el teatro del pueblo los padres de las princesas y reinas adornan el estrado de su coronación además de presentar un elenco artístico para el público reunido, evento que encabezó el profesor “Chama” desde 1971 cerrando con baile popular en los barrios. Actividades que tuvieron buena recepción en sus inicios, y ahora representa una difícil tarea a sostener e integrar con el resto del programa.
Otra aportación de municipios vecinos ha sido la elaboración de tapetes de aserrín para que al paso del santo patrono un mosaico colorido de fe anuncie el paso hacia su parroquia. Fe, devoción, fiesta, sacrificio y entrega se fusionan entre música, gritos de viva, aplausos, cohetes y cuetes.
Hace 15 años surge el Festival Internacional Cultural San Jerónimo, para enriquecer los festejos y otorgarle un toque cultural, distintivo enfocado a convertirse en un atractivo turístico. Sin duda una gran idea, que no ha logrado cuajar del todo. Han existido ediciones con presentaciones formidables en diversas administraciones sin lograr darle continuidad para fortalecer el proyecto e integrar la fiesta religiosa y la fiesta popular.
Las fiestas patronales se han transformado y con ello también acarrean diferentes visiones que no han encontrado el liderazgo para integrarse en una sola idea: Coatepec su festejo y el orgullo de ser coatepecano. Respeto y fe por el santo patrono, una ofrenda a San Jerónimo y un regalo al turista.
Con pocos recursos, dos personas y un puñado de hombres y mujeres de la sociedad civil, le dan arte y ritmo con presentaciones de artesanos y artistas plásticos como los denominados talentos coatepecanos que exhibieron sus obras a inicio de semana y cerraron una noche mágica las manos de músicos de Colombia, Paraguay, y México que le dieron alegría y esperanza para aguantar un año que presagia oscuridad, elevamos plegarias al cielo para el cobijo del santo patrón.
Fe, y esperanza, está siempre en el corazón de nuestra gente para sus festividades muestran agradecimiento, organizan piden, no les dan, caminan, avanzan, ofrecen sus talentos se unen trabajando por cariño a su tierra, arreglan calles, fachadas, ventanas, pórticos, ofrecen agua de sabor y de la que marea a trabajadores y paseantes. Nuestra fiesta es grande como nuestra tierra.
