“Se ríe de él mismo”
La otra versión:
“Se ríe de él mismo”
René
Sánchez García
Existió
un escritor mexicano llamado Jorge Ibargüengoitia Antillón (México, 1928,
Madrid, 1983), que se caracterizó por ponerle siempre a su prosa un fino y
elegante humorismo de tipo crítico, sobre todo cuando se trataba de hablar de
la política nacional y de los hombres que se hicieron dueños del poder en los
tiempos del PRI; pero llamaba la atención que cuando usaba su pluma y
publicaba, siempre ironizaba, desmitificaba y se reía de los mexicanos, pero
especialmente de él mismo.
Fue un narrador que le costó
llegar a la cima y ser reconocido por el mundo intelectual de su tiempo, pero
en sus años de escritor cultivó a la perfección diversos géneros literarios
como el cuento, la novela, obras de teatro, crónicas y sus artículos
periodísticos llenos de sarcasmo fino y salvaje. En casi toda su producción se
nota su manía de diseccionar, destazar, ridiculizar y poner en evidencia a sus
personajes. Muchos de sus trabajos escritos tienen que ver con la vida de la
ciudad de México.
Entre sus obras que se
recuerdan puedo citar: El atentado (1962), Los relámpagos de agosto (1964), Maten al león (1969), Estas ruinas que ves (1975), Sálvese quien pueda (1975), Autopsias rápidas (1988), Instrucciones para vivir en México (1990,
póstuma), entre otras muchas más. Igual se cita: Los pasos de López. Jorge Ibargüengoitia estudio Filosofía y Letras
en la Universidad Nacional Autónoma de México y tuvo como maestro al dramaturgo
Usigli.
Todo lo anterior para
mencionarles que esta semana me tocó leer un libro de dicho autor que compila 5
excelentes relatos, me refiero a La mujer que no, (México 1994,
Alianza Cien Editorial, Conaculta, 59 pp.), donde al leer “La mujer que no”, El episodio cinematográfico”, “Manos muertas”, “La
ley de Herodes” y Mis embargos”, conoceremos de primera mano cinco
aventuras personales o íntimas que él vivió en algún momento de su vida como principiante
de escritor.
Me gustaría comentarles un
poco de cada una de estas narraciones o aventuras llenas de suspenso, como es
el caso de “Mis embargos”, donde el
autor ante la necesidad de tener un poco de dinero, recurre a prestamistas
usureros que le cobran altos intereses mensuales, y ellos más que estar
interesados en recobrar su préstamo, hacen todo lo posible y de manera ilegal
por quedarse con su casa, hasta que por fin sucede un inesperado y verdadero
milagro que lo salva de dicho problema.
sagare32@outlook.com