¡SE TE FUE EL ‘INCHE AVIÓN!
Por Ramón Durón Ruíz (†)
Hoy reflexiona sobre la frase: “Cuando Dios te lleva al borde del acantilado, confía en él plenamente y déjate llevar. Sólo 1 de 2 cosas van a suceder, o él te sostiene cuando tú te caes, o te va a enseñar a volar.”1
— ¿Cuál es el mensaje?.. QUE SEAS UNA PERSONA DE FE.
León Tolstoi, escritor ruso, afirmaba: “No se vive sin la fe. La fe es el conocimiento del significado de la vida humana. La fe es la fuerza de la vida. Si el hombre vive… es porque cree en algo.”2
El viejo Filósofo cree que a esta vida no llegamos a sufrir –como argumentan patéticamente algunos pensadores–, llegamos como una expresión de lo divino, a crecer físicamente y a evolucionar espiritualmente… a trascender y dejar una huella profunda de AMOR. La gente hace la diferencia en la vida… trasciende, cuando partiendo de su individualidad, trabaja siendo diferente.
Sólo que nunca debemos olvidar el hermoso poema de León Felipe que dice: “Voy con las riendas tensas y refrenando el vuelo porque no es lo que importa llegar solo ni pronto, sino llegar con todos y a tiempo.”
Es decir, que tengas la natural sabiduría de entender que el éxito debe traer aparejada la inteligencia emocional para compartirlo en pareja, en familia, con la gente de tu vida; porque si te lo comes solo “te empachas”, recuerda que: “Ningún éxito en la vida justifica el distanciamiento con los tuyos o el fracaso en la familia”
Hoy deseo que desaparezca de tu vida el “Síndrome de la Infelicidad”, ese que lleva a la gente a posponer o a no encontrar la felicidad en los pequeños milagros que el universo provee diariamente.
El viejo Filósofo también quiere que tu ego sea reducido a la mínima expresión, que dejes de pensar que siempre falta algo para completar tu grandeza, porque siempre estarás incompleto; anhelo que HOY disfrutes la fiesta de la vida, que trabajes con tanto entusiasmo que hagas que tu día valga la pena.
HOY te invito amorosamente a que dejes a un lado el entrecejo fruncido, el mal humor –que alejan a la gente de tu lado–, DATE PERMISO DE… ser feliz, de ser alegre, de sonreír, que es tan sacrosanto como amar, trabajar, luchar, bendecir, perdonar y orar.
A propósito de sonreír, una guapa mujer esperaba en el aeropuerto de Güémez la salida de su vuelo, de pronto ve una báscula con el letrero: “Balanza que todo lo adivina, inventada por los alumnos del Tecnológico de Cd. Victoria, con la asesoría del Filósofo.”
Llena de curiosidad se acerca a ella y deposita una moneda. La balanza le habla y le dice:
— Tu peso es 56 kilos y bajándote de la báscula se te va a salir un sonoro efluvio, pero no te preocupes, nadie te va a escuchar.
— ¡A chinga, chinga! –exclama sorprendida–. ¡Ahora resulta que una ‘inche balanza me predice el futuro!
Al bajarse de la pesa, con el esfuerzo se le sale un tremendo aire; sorprendidísima dice:
— ¡Ah chinga’o, no lo puedo creer! Esto es una maravilla.
Se vuelve a pesar depositando otra moneda y la balanza le dice:
— Ahora tu peso es de 55 kilos por la ronca emanación que te has tirado y tu futuro es que al bajarte te encontrarás con tu ex novio, es el nuevo gerente del aeropuerto, te invitará a pasar a su oficina y sin quererlo, las hormonas te traicionarán, a pesar de que ambos son casados, harán el amor de manera brutal.
— ¡Ahhh, ahora sucede! –exclama la dama.
Al bajarse de la báscula se topa con su ex novio y al invitarla a pasar a la oficina, queda demostrado que la carne es débil y tiene una candente concupiscencia carnal. La dama sale de la oficina pensando:
— ¡Esto es increíble! Esta balanza es un prodigio.
Va y deposita otra moneda y la balanza le dice:
— Ahora tu peso es de 54 kilos por la fricción del sexo y tu futuro es el siguiente: Por curiosa, pedorra, de cascos ligeros y pendeja… ¡SE TE FUE EL ‘INCHE AVIÓN!