Semana Santa, tiempo de reflexión
Hola amigos lectores, les saludo con el cariño de siempre. La Semana Santa es el momento litúrgico más intenso de todo el año. Sin embargo, para muchas personas se ha convertido sólo en una ocasión de descanso y diversión. Se olvidan de lo esencial que consiste en dedicarse a la oración y la reflexión en los misterios de la Pasión y Muerte de Jesús para aprovechar todas las gracias que esto nos trae.
En este periodo debemos reflexionar sobre el sacrificio que Cristo hizo por nosotros y orar para aprovechar todas las bendiciones que nos trae. Permitamos abrir nuestros corazones para así fortalecer las relaciones sociales, para dar un espacio a nuestros familiares y amigos. Los invito a reconciliarnos con Dios y que pidamos perdón de las cosas que hacemos mal, que tratemos de enmendar el rumbo de nuestra vida, ya que vivir la Semana Santa es vivirla dándole el lugar primero a Dios y participar en las celebraciones propias de este tiempo litúrgico.
En estos tiempos tan complicados que nos ha tocado vivir, es preciso hacer esta pausa para repensar nuestro papel en el tierra. Creo que es hora de ponernos en el lugar del otro para comprenderlo, así como Jesús cedió por nosotros. Es tiempo de ceder, de sacrificarnos por el otro, de honrar la semejanza que tenemos con él.
Amigos lectores, les deseo que pasen un buen fin de semana en la compañía de los suyos. Aprovechemos el tiempo que se nos presenta para ejemplificar la vida de quien se ofreció para la salvación de nuestra alma. Es tiempo de ceder una parte de nosotros hacia los demás, de practicar el amor desinteresado a nuestro prójimo, de ayudar a quienes más lo necesitan. Y sobre todo de plantearse este actuar como forma de vida, concluyendo junto con nuestra comunidad la creación originaria del Señor.
Si logramos entender el sentido de la cruz de Cristo, vamos a entender por qué su cruz y sufrimiento triunfaron sobre la maldad. Su cruz fue una cruz para servir y para dar la vida.
Nos leemos la próxima, que Dios los bendiga.