SEMBREMOS BIENESTAR COMÚN
SEMBREMOS BIENESTAR COMÚN
Xalapa, Ver., 16 de agosto de 2023.- La efectividad de la
política social de los gobiernos federal y estatal quedó de manifiesto con el
millón de personas que mejoraron sus ingresos y casi medio millón su
alimentación de calidad, de acuerdo a la medición del Consejo Nacional de
Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL).
De 2018 a 2022, la administración del gobernador Cuitláhuac
García Jiménez disminuyó en 15.8 y 9.4 por ciento la pobreza extrema y
moderada, gracias principalmente a la estrategia Sembremos Bienestar Común,
implementada desde la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL) en coordinación
interinstitucional de los tres órdenes de gobierno.
En el rubro de Bienestar Económico, Veracruz es el estado
que más redujo las carencias al elevar los ingresos de al menos un millón 140
mil personas; para ello, la SEDESOL ha invertido 378.1 millones de pesos a
favor de 269 mil 184 beneficiarios.
Con respecto a la alimentación, 492 mil habitantes de
localidades de alta y muy alta marginación accedieron a una canasta básica
nutritiva y de calidad, 21.8% más que al inicio de la gestión; aquí fueron
destinados 373.3 mdp a 265 mil 544 veracruzanos.
La respuesta consistió en establecer 17 mil 169 Módulos
hacia la Autosuficiencia Alimentaria, una combinación de cultivos agrícolas de
ciclo corto y cría de aves de traspatio para la producción local de alimentos
que enriquecen la dieta familiar, generan ingresos y, por tanto, mejoran la calidad
de vida.
Además, 49 mil 127 proyectos de Mujeres Emprendedoras que
impulsan las prácticas agrícolas, pecuarias, de comercio, industria y
servicios, así como 25 Módulos Comunitarios de Agua Purificada que garantizan
el derecho al recursos vital a través de la participación y organización
ciudadana.
Sumado a ello están los Huertos Infantiles que fomentan el
cultivo de especies vegetales, medicinales, de ornato y condimentos, a través
de actividades educativas y con perspectiva de género.
La medición del CONEVAL evidencia el éxito del humanismo
mexicano porque los programas sociales dejaron de ser asistencialistas para
transformarse en proyectos productivos que alivian la situación de las familias
paulatinamente.