SÍNTOMAS DE ARTRITIS REUMATOIDE
SÍNTOMAS DE ARTRITIS REUMATOIDE
En el marco del Día Mundial de
la Artritis Reumatoide, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) invita a
la población, especialmente a mujeres mayores a detectar los síntomas
iniciales, solicitar atención integral y mejorar la calidad
de vida.
La Artritis Reumatoide (AR) es una enfermedad
autoinmune, crónica y sistémica de carácter inflamatorio que afecta a las
articulaciones del cuerpo, como las manos,
muñecas, codos, hombros, rodillas, tobillos y caderas, ocasionando rigidez.
La reumatóloga, Emma Escudero
Tepale, refirió que este padecimiento es autoinmunitario, lo que significa que
el mismo sistema inmunitario ataca por error los tejidos sanos del cuerpo.
Explicó que, aunque no se ha
encontrado una causa exacta para desarrollar esta enfermedad, existen ciertos
factores que aumentan la probabilidad de tenerla como: edad, el riesgo de que se presente
aumenta cuanto más grande es el paciente; el sexo, es más común en las mujeres;
tener antecedentes familiares con esta enfermedad; ser fumador o tener obesidad.
Escudero Tepale indicó que en
sus inicios la AR afecta primero articulaciones pequeñas especialmente las que unen los
dedos de las manos con las manos y los dedos de los pies con los pies, y a medida
que avanza, los síntomas suelen extenderse a las muñecas, las rodillas, los
tobillos, los codos, la cadera y los hombros.
Mencionó que algunos de los
síntomas frecuentes son: dolor
articular en reposo y al moverse, calor en la articulación, rigidez matutina,
hipersensibilidad y disminución del movimiento articular, cansancio, fiebre y pérdida del
apetito, sequedad
en los ojos y la boca y dificultad para dormir.
La reumatóloga señaló que, aunque la enfermedad
no tiene cura, mientras se diagnostique y sea tratada a tiempo, el paciente
podrá mejorar el dolor, inflamación de las articulaciones y se retrasará la
progresión de la enfermedad.
Finalmente, detalló que, de no tratarse, los
cambios inflamatorios
sistémicos pueden provocar una afectación de otros órganos como el corazón,
pulmón, riñón, piel y ojos e incluso del sistema hematopoyético o de la esfera
neuropsiquiátrica, de ahí la importancia de un buen diagnóstico.