SONIC: LA PELÍCULA
Por: Pablo Contreras Sánchez
Has entrado a internet, ¿verdad? Ya sabes, ese lugar mágico y oscuro (como si ciertas áreas de Disneyland fueran controladas por el asesino Jigsaw) en el que la gente nunca está de acuerdo y la paz realmente no es una opción. Pues bien, en mis aproximadamente diecisiete años navegando la red, he sido testigo de UN solo momento en el que TODOS los cibernautas coincidimos en algo, lo creas o no. Ese glorioso día fue aquel en el que se estrenó el tráiler de ‘Sonic: La película’, ya que después de ver por primera vez el diseño del personaje en liveaction, puedo recordar claramente como todos exclamamos en unísono: ‘A LA MADRE’.
Pero aún dejando de lado las hipérboles, la criatura simplemente no se parecía en nada al querido personaje de los videojuegos (o lo hacía, pero de una manera espeluznante). Yo me considero un fan casual de Sonic the Hedgehog, ya que jugué algunos de sus títulos mientras crecía, por lo que el personaje tiene cierto valor nostálgico para mí, pero su base de fanáticos más leales fue bastante vocal en línea respecto a su descontento… y el estudio, extrañamente, escuchó. En una decisión creativa que personalmente nunca había visto, la película fue retrasada tres meses para cambiar el diseño de Sonic a uno que fuera más cercano al original y así complacer a los fans.
Eso me hizo respetar un montón al director Jeff Fowler y al equipo de animadores detrás de la película, quienes seguramente trabajaron cientos de horas extras con tal de entregar un producto de calidad, por lo que independientemente de cómo se vería el nuevo diseño, yo ya me había comprometido a ir a verla al cine con tal de apoyarlos. Un par de meses más tarde, el aspecto mejorado fue revelado con un nuevo avance, y a todos nos encantó, ya que además de ser adorable, era bastante fiel a como el personaje ha lucido durante casi treinta años.
Este día de los enamorados y después de un retraso (dos ideas que jamás deberían ir juntas, toco madera) ‘Sonic: La película’ finalmente llega a cines de todo el mundo, contando la historia del personaje titular: un alienígena azul con apariencia de erizo capaz de correr a grandes velocidades. Sonic navega las complejidades de la vida en la Tierra a lado un humano de nombre Tom Wachowski (James Marsden) con quien une fuerzas para derrotar al Dr. Robotnik (Jim Carrey) un excéntrico científico que desea capturarlo para hacer experimentos con él.
Ben Schwartz (‘Parks and Recreation’) es una bomba de carisma como la voz de Sonic, un hiperactivo erizo cuya actitud infantil nunca llega a tornarse molesta, sino que inspira compasión y simpatía al tratarse de alguien cuyo único objetivo en la vida es hacer un amigo. Ese amigo lo encuentra en Tom, personaje interpretado por James Marsden, quien a estas alturas ya domina el arte de hablarle a una pelota de tenis en sets de grabación pretendiendo que otra cosa está en su lugar, porque la química entre ambos es palpable, y su relación creíble. Pero como todos anticipábamos, aquí quien se acaba robando el show es Jim Carrey como el Dr. Robotnik, con una excéntrica y extremadamente física interpretación que de inmediato nos remonta a sus papeles clásicos como La Máscara, El Grinch y Ace Ventura, donde era obvio que se la estaba pasando bomba. De hecho, entre las constantes referencias al canon de los videojuegos y la actuación de Carrey, esta película fue un auténtico y nostálgico viaje al pasado de principio a fin (no estoy seguro qué, pero hay algo en las muecas y movimientos exagerados de ese hombre que te hace conectar con tu niño interior).
Esta es la ópera prima del director Jeff Fowler (cuya experiencia anterior se encuentra en la animación) pero por la calidad de su trabajo, eso no es aparente en lo absoluto. De entrada, los efectos visuales, el aspecto más criticado de la película al principio, son bastante buenos, impresionantes, incluso, si tomamos en cuenta que los animadores contaron con escasos tres meses para cambiar y pulir la apariencia de Sonic en todas sus escenas, las cuales constituyen prácticamente toda la película. Honor a quien honor merece: ellos son los verdaderos héroes.
La mezcla de animación por computadora con live-action está bastante bien lograda, con apenas un par de tomas donde el uso de pantalla verde es tan notorio que distrae. La comedia es efectiva, y se aprecia la inclusión de diversos chistes visuales, incluyendo un meme del personaje que francamente jamás creí llegar a ver en la pantalla grande (no, no estoy hablando de ‘Ugandan Knuckles’). El guion no ofrece algo realmente novedoso y tiene uno que otro cliché, pero cumple con su función y está, por lo menos, escrito con intención. Las secuencias de acción entretienen y hacen buen uso de los poderes del protagonista; una de ellas, sin embargo, es una calca exacta de otra escena similar en ‘X-Men: Días del futuro pasado’, aunque eso no le quita lo divertido.
VEREDICTO:
Resulta increíble, pero al cambiar la apariencia del erizo, Paramount Pictures y Jeff Fowler arreglaron el único aspecto verdaderamente malo de ‘Sonic: La película’ antes de que se estrenara. El producto final es una divertida y emotiva (si bien, convencional) aventura para toda la familia que no decepcionará a quien entre a la sala de cine esperando pasar un buen rato.
En lo que a adaptaciones fílmicas de videojuegos respecta, las cuales han sido sorprendentemente buenas últimamente (la maldición ha sido oficialmente rota, amigos) esta es, de lejos, la mejor que he visto. Es una labor de amor para los fans de una de las mascotas más queridas del medio interactivo, y la espectacular redención de un proyecto que parecía muerto a la llegada. Ojalá esto haga que otros estudios tomen nota cuando se trata de escuchar a los fans, pues ya quedó comprobado que prestar atención cuando lo que piden no es inverosímil y lo hacen de una manera civilizada puede traer muy buenos resultados. Gotta go fast!
CALIFICACIÓN: 3.5/5 estrellas