SU MEJOR REGALO: PAPÁS PRESENTES
SU MEJOR REGALO: PAPÁS PRESENTES
Daniel
Santiago Cruz
Agencia
Reforma
Monterrey,
NL 30 abril 2024.- Es Día de las Niñas y los Niños, y seguramente los chicos se
la pasarán genial, con pastel, juegos y muchas muestras de cariño.
Para los adultos, es la jornada perfecta para
recordar lo que las prisas suelen llevar al olvido, que los pequeños sólo
quieren ser felices. Y para ello, necesitan a padres que estén presentes.
«A las niñas y a los niños les encanta
jugar, divertirse.
Quieren papás presentes, no necesariamente
perfectos. Calidad de tiempo es mejor que cantidad», dice Sindy González
Tijerina, economista experta en desarrollo infantil temprano y gerente de
Inversión Social en Primera Infancia de la Fundación Femsa.
«Por más sencillo que pueda parecer, una
sonrisa afectuosa, un abrazo reconfortante o hacer reír a un niño o niña,
modifica su desarrollo cerebral y tiene repercusiones que duran toda la
vida».
En «Jugando a ser grandes. Cómo aprenden
los niños a ser hombres», un reciente estudio apoyado por Fundación Femsa
y realizado por la organización civil Gendes, se preguntó a niñas, niños y
adolescentes lo que quisieran de sus papás.
El 51 por ciento pidió que jugaran más, el 43
por ciento que fueran más cariñosos y el 41 por ciento que estuvieran más
presentes.
Al preguntarles sobre la principal
característica de un buen papá, el 67 por ciento señaló «que sea cariñoso
con sus hijos e hijas».
González Tijerina señala que estar presentes
incluye transformar esos momentos que pasas con tus hijos en tiempo de calidad.
«Es crucial hacernos conscientes como
padres de que todos los momentos cuentan, que las niñas y los niños aprenden de
nuestro ejemplo.
«Y que hay una ventana de oportunidad en
los primeros años de vida, porque es cuando el cerebro de las personas crece a
una velocidad que no se vuelve a repetir».
Catalina Bermea Sepúlveda, psicóloga
especializada en disciplina positiva e integrante de la Asociación de
Psicólogos Escolares de México, A.C., comenta que es importante poner en la
agenda a la convivencia familiar como prioridad a pesar del acelere de la
sociedad.
«El tiempo de calidad con los hijos los
hace sentir vistos, aceptados, escuchados, acompañados y amados de manera
incondicional», dice la creadora del contenido de wiseparentingmx, en
Instagram.
«Así que dedicar 10 minutos a platicar
del día, contarles un cuento, jugar con ellos, ir al parque, son algunas
maneras de poder crear memorias y conectar para fortalecer el vínculo padres e
hijos».
En cada momento, el mensaje a los hijos es:
«no hay nada ni nadie más importante que tú».
«De verdad, tener presencia plena, no
llevar el celular y no estar pensando en los pendientes que tienes que hacer
después, además de intentar disfrutar el momento», recomienda.
¡A
JUGAR!
Helle Heckmann, pionera en educación a nivel
maternal basada en la pedagogía Waldorf, señala que un niño no es un pequeño
adulto, sino un ser especial, y así hay que mirarlo.
«Debemos permitirle al niño jugar, porque
jugar es lo básico en la vida del aprendizaje.
No jugar 20 minutos: ¡jugar por horas!»,
advirtió Heckmann en una entrevista con EL NORTE en el 2022.
«La infancia es un momento único y nunca
regresa».
No se trata de los juegos con películas,
videojuegos o computadoras, aclaró, sino de actividades que requieren de
exploración interior (como dibujar, pintar, tejer) o que permiten la
comunicación con el exterior (cantar, correr, trepar, brincar).
Una combinación de ambas es lo recomendable a
lo largo del día, aconsejó.
Sobre el juego, González Tijerina, de
Fundación Femsa, recuerda que es un derecho universal para niñas y niños.
Los papás y adultos que rodean a los niños
deben propiciar esos momentos de juego, respetarlos, guiarlos, de ser
necesario, y dejarlos libres cuando sea el caso.
«Fomentar el juego al aire libre y el
contacto con la naturaleza, poner límites al uso de tablets o la televisión,
reconocer que cada niña o niña son diferentes y tienen también diferentes
gustos y formas de divertirse», aconseja.
«Por medio del juego aprenden, exploran
el mundo que les rodea, experimentan con nuevas ideas y roles y, al hacerlo,
construyen diariamente su posición social en el mundo».
Finalmente, serán estos momentos los que
quedarán en sus memorias, reflexiona la psicóloga Bermea Sepúlveda.
«Como adultos podemos favorecer que los
niños tengan un espacio para desarrollar su creatividad, sin electrónicos ni
pantallas», dice.
«E ir descubriendo sus fortalezas para
ver cómo podemos potenciar las habilidades que tiene y que pueda irse sintiendo
pleno y exitoso teniendo logros».
ES UNA
FIESTA CENTENARIA
Fue en 1924, hace 100 años, cuando en México
se estableció oficialmente el 30 de abril como Día del Niño. Álvaro Obregón era
el Presidente del País y José Vasconcelos, Ministro de Educación.
En esa ocasión, Vasconcelos exhortó a todas
las instituciones a fomentar la fraternidad y la comprensión hacia los
pequeños, así como a desarrollar actividades para la promoción de su bienestar.
Posteriormente, el 20 de noviembre de 1959, la
Asamblea General de la ONU instituyó esa fecha para la celebración del Día
Mundial de los Niños.
¡Pásenla
súper!
Algunas acciones para estar presentes como
papás y mamás cada día:
– Durante el desayuno o la cena pueden cantar,
nombrar los colores que ven en su plato y contar historias.
– Mientras van de camino al preescolar o al
centro de atención infantil pueden jugar a encontrar colores, figuras
geométricas, poner atención a ciertos sonidos, o escuchar música.
– En casa, involucrar a las niñas y los niños
en ciertas actividades de limpieza. Motivarlos a ayudar a separar la ropa sucia
por colores, poner los platos en la mesa a la hora de comer o regar las
plantas.
– A la hora del baño, pueden contarle una
historia, cantar, nombrar las partes del cuerpo o poner música relajante.
– Antes de dormir pueden leer un cuento
juntos, decir qué es lo que más les gustó de su día, o hablar de qué quisieran
soñar.
– Quizás durante el fin de semana pueden ir a
algún parque, colorear, jugar juegos de mesa, cocinar juntos.
– Al hablarle, ponte a su altura, míralo a los
ojos, abrázalo y hazle sentir que lo quieres.
– Cuando se encuentre triste o enojado,
ayúdalo a identificar sus emociones, a nombrarlas.
Ofrécele herramientas para regularlas poco a
poco, desde respiraciones profundas y escuchar música tranquila, hasta tomar un
tiempo a solas.
Fuente: Sindy González, gerente de Inversión
Social en Primera Infancia-Fundación Femsa.