SUPLIQUEMOS EL VINO NUEVO DE LA JUSTICIA Y LA PAZ
SUPLIQUEMOS EL VINO NUEVO DE LA JUSTICIA Y LA PAZ
Pbro. Juan Beristain de los Santos
El evangelio de San Juan se refiere a los milagros de Cristo como
señales o signos. El milagro es un signo de Dios que libera al ser humano de la
enfermedad, del miedo, de la ceguera, de la esclavitud, de la opresión, de la
muerte y de las injusticias. En los milagros de Jesús, se debe considerar ante
todo qué tipo de liberación otorga, de qué son señal y qué actualización puede
tener hoy para cada persona. El milagro de las bodas de Caná (Jn 2,1-11) se
describe con un lenguaje de tipo matrimonial porque de ese modo se presentaba
la relación entre Dios y el pueblo de Israel.
El signo de las 6 tinajas de piedra vacías representa la antigua
alianza que ya no ofrece vida ni alegría, pues están vacías. El material de
piedra de que están hechas hace referencia a las tablas de piedra en que se
escribió la Ley de Moisés. La presencia de Cristo en las bodas de Caná es signo
de la verdadera vida y el desborde de alegría, para que todos vivan con
dignidad, gozo y verdadera esperanza. Solo Cristo puede llenar los vacíos de
todo tipo que se han generado en el corazón de la persona.
Hoy la sociedad mexicana y veracruzana se percibe vacía de ideales y agotada, pues ya no tiene las fuerzas suficientes para alentar la formación de la
conciencia social y política de la ciudadanía, para promover la dignidad y los
derechos de la persona, para inspirar el cuidado del medio ambiente, para crear fuentes de trabajo digno para todos,
para atender con dignidad a los migrantes que pasan por nuestro territorio nacional, para brindar atención digna en todos
aquellos ambientes donde hoy la vida es vulnerada. Es tiempo de unirse bajo la
fuerza de la unidad para llenarse todos de la fuerza de la solidaridad que
permita luchar y buscar la paz, la justicia y la esperanza que vienen de lo
alto.