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TAREA PENDIENTE: LOS RECIÉN NACIDOS

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TAREA PENDIENTE: LOS RECIÉN NACIDOS

 

Yanireth Israde González                         

Agencia Reforma

 

Ciudad de México, 9 febrero 2025.- La mortalidad infantil en México afecta sobre todo a los recién nacidos, porque son los más vulnerables, advierte la neonatóloga Mónica Villa Guillén e indica que ocho bebés, de cada mil, mueren al año en el País antes de cumplir un mes.

 

 En naciones desarrolladas, la cifra es de 3 o 4 por cada mil, mientras otros países en vías de desarrollo reportan unos 40, contrasta quien se desempeñó como jefa del Servicio de Neonatología del Hospital Infantil de México Federico Gómez, entre 2001 y 2010.

 

 «Si no es una mortalidad muy alta, tampoco estamos en los niveles de los países en desarrollo y es justamente una de las tareas que tenemos los neonatólogos: disminuir esta mortalidad neonatal», expone Villa Guillén, al señalar la relevancia de esta especialidad que cumple medio siglo y que está dedicada a la atención de bebés de 1 a 28 días.

 

 «La neonatología es una disciplina relativamente joven, porque estos bebés durante muchísimos años fueron atendidos por los pediatras, y poco a poco fueron surgiendo necesidades especiales», explica la presidenta de la Federación Nacional de Neonatología de México (FNNM).

 

 Se requirió así atención específica para bebés prematuros –antes de las 37 semanas de gestación– o con malformaciones congénitas o raras enfermedades hereditarias, prosigue.

 

 «De modo que estamos para las enfermedades graves y complejas», resume Villa Guillén, también docente de la Universidad La Salle, donde estudió la carrera de Medicina.

 

 Aunque lo ideal sería que cada recién nacido estuviera atendido por un neonatólogo, pues su labor contribuye a la reducción de los índices de mortalidad, señala en entrevista.

 

 «Porque si nosotros, por ejemplo, nos enfocamos en las causas principales de mortalidad neonatal, que son asfixia –falta de oxígeno al nacer–, infecciones, prematuridad y malformaciones congénitas, hacemos entonces programas que se dirigen a atender y a disminuir esta problemática e incidimos así en la mortalidad neonatal en México».

 

 Recuerda al respecto que desde tiempo atrás se aplica un programa de reanimación neonatal para los bebés que nacen con problemas de respiración.

 

 «Y esto mejora tanto el pronóstico de vida de estos bebés, como su pronóstico a largo plazo. Es uno de los programas insignes, el de la reanimación neonatal, pero hay otros que también son muy importantes y con los cuales estamos trabajando a través de la federación en los hospitales de primer nivel de atención que están en comunidades más vulnerables y alejadas», informa.

 

 El programa en desarrollo, con alcance nacional, se llama Cuidado Esencial Neonatal, y también busca abatir la mortalidad neonatal, además de identificar enfermedades congénitas, dice.

 

 «Problemas congénitos del corazón se podrían, por ejemplo, identificar en el momento del nacimiento por una persona capacitada y hacer todos los trámites para que este bebé pueda ser trasladado a un centro donde tengan todas las herramientas tanto de personal como diagnósticas y de tratamiento, para que este bebé reciba el manejo que requiere. Entonces sí, definitivamente podemos incidir en (prevenir) la mortalidad de los recién nacidos», enfatiza.

 

 No solo se trata de que los bebés vivan, aclara, sino de que puedan desarrollar el máximo de sus capacidades «y que no vayan a sufrir de una discapacidad mayor en el futuro, como sordera, ceguera o parálisis cerebral», previene.

 

 México, donde se producen alrededor de un millón 900 mil nacimientos al año, dispone aproximadamente de 2 mil neonatólogos que se distribuyen, sobre todo, en las grandes ciudades, como la Ciudad de México, Guadalajara, Monterrey, Mérida, León o San Luis Potosí, revela Villa Guillén.

 

 «En los lugares donde no hay especialistas neonatólogos interviene el pediatra e incluso el médico general. Por eso nosotros prevemos llevar esta capacitación a todo aquel profesional de la salud, no solamente médico, sino también enfermeras que atienden a los recién nacidos en estas comunidades», añade en relación con el programa Cuidado Esencial Neonatal.

 

 La capacitación fue uno de los pilares –junto con la investigación– del 23 Congreso Nacional de Neonatología y el 14 Congreso Nacional de Enfermería Neonatal, que concluyeron el pasado 2 de febrero en el World Trade Center.

Neonatólogos ‘influencer’

 La Federación Nacional de Neonatología de México (FNNM) ha lanzado Bebé 365, un proyecto de difusión en redes sociales para despejar dudas y ofrecer información confiable.

 

 «Buscamos que la federación tuviera un papel en la sociedad y que llegáramos a los papás, convencidos de que los ‘influencers’ de la pediatría teníamos que ser los pediatras y nadie más, y los neonatólogos, en nuestro caso. Bebé 365 significa que estamos abarcando no solamente la etapa neonatal –el primer mes de vida– sino también el resto del año, los 365 días que significan el primer año del bebé», detalla.

 

 Villa Guillén aconseja a los padres acudir con un neonatólogo desde que inicia el embarazo.

 

 «Y conocer cómo va creciendo el bebé, cuáles son las cuestiones importantes en los primeros días de la vida, la importancia de la lactancia, la importancia del cuidado de la piel, la importancia de la alimentación en términos generales, entre otros temas».

 

 La intervención de un neonatólogo puede ser complementaria a la labor de un ginecólogo, considera.

 

 «Es la dupla ideal para que mamá, papá o ambos se sientan acompañados durante todo el proceso y que cuando nazca el bebé tengan mucha mayor seguridad y confianza para manejar, tratar y disfrutar a su recién nacido».