TE OFREZCO UN PRÉSTAMO
TE OFREZCO UN PRÉSTAMO
“Cuando prestares dinero a uno de mi
pueblo, al pobre que está contigo, no te portarás con él como logrero, ni le
impondrás usura. Si tomares en prenda el vestido de tu prójimo, a la
puesta del sol se lo devolverás. Porque solo eso es su cubierta, es
su vestido para cubrir su cuerpo. ¿En qué dormirá? Y cuando él clamare a mí, yo
le oiré, porque soy misericordioso.” Éxodo 22:25-27
Cada vez es más común encontrarnos con
personas, aplicaciones y/o sitios web que nos invitan a solicitar un préstamo
si es que necesitamos dinero. La aprobación de nuestro crédito es relativamente
sencilla. Sólo tener más de dos años con el teléfono (en el caso de que sea una
aplicación), un aval, copia del INE, entre otros aspectos y en 10 o 20 minutos
se aprueba el préstamo y voilà, el dinero es suyo.
Suena muy bien, se oye muy fácil,
parece que es muy sencillo obtener un préstamo, un crédito, un adelanto o como
se le quiera llamar a lo que en realidad es UNA DEUDA. Si una persona tiene
dificultades económicas ¿Por qué cree que pidiendo prestado más dinero se
solucionan sus problemas? Esto es debido a varios factores, pero los dos más frecuentes
son la publicidad y la ignorancia. Pero ese tipo de personas no razona con
claridad, pues el agobio, el agotamiento se cierne sobre ellos y bloquea las
verdaderas ideas. Cuando más desesperados se sienten, pareciera que ese anuncio
pagado por “empresarios” (¿o debería llamarlos usureros o agiotistas?) es la
respuesta a su clamor. Nada más alejado de la realidad.
¿Qué pasa cuando se aprueba el
préstamo?
Bueno, lo primero que pasa
generalmente es que de la cantidad pactada a ser prestada originalmente
(ejemplo: $ 3000), se deposita una cantidad menor, alegando que son los
intereses, gastos de representación, gastos de trámites y vaya usted a saber
qué otra cosa inventen, el caso es que depositan menos dinero, muchas veces lo
que se deposita es sólo el 60 o 70% de la cantidad inicial, esto querido
lector, no es un robo, ya que hubo un acuerdo entre el prestatario y el
prestamista.
Posteriormente, ya con el préstamo
cobrado por parte del solicitante, a la semana, o próxima fecha de pago, se le
está llamado y llamando, mandando mensajes de recordatorios; si el solicitante
no ha pagado, empiezan a mandar mensajes a los contactos o conocidos de la
persona, recordándoles que no ha pagado.
Esta es una situación muy vergonzosa para la persona endeudada.
Por último las situaciones llegan a
grados tan extremos como amenazas con palabras altisonantes, intimidaciones,
golpes, incluso cosas mayores. Estas aplicaciones, organizaciones o pseudo
empresas no son más que extorsionadores de cuello blanco que quieren y terminan
en muchas ocasiones quedándose con las propiedades de personas endeudadas.
¿De quién es la culpa? No es momento
de buscar culpables, por el contrario, es momento de buscar soluciones ante
esta situación adversa y salir de ahí en cuanto sea posible. La mayoría de
estas entidades no está regulada por la CONDUSEF (Comisión Nacional de Usuarios de Servicios
Financieros) y el gobierno no puede hacer nada por dar solución, o mejor dicho,
no está obligado a hacerlo puesto que no hay una empresa formada legalmente.
Muchas de estas empresas expresan en su sitio web que no están reguladas por el
gobierno o autoridad federal, pero como el solicitante no lee, por eso le
pueden hacer esos cobros exagerados.
¿Qué se puede hacer para salir más
rápido de una deuda? Generar más ingresos, reducir gastos y de preferencia,
hacer las dos cosas al mismo tiempo. No hay varitas mágicas, no hay que comprar
boletos de lotería, las cosas son simples y llanas, trabajar más para ganar más
y poder salir lo más pronto posible de esta situación.
Tenga usted cuidado estimado lector,
pero sobre todo, tenga usted un fondo de emergencias preparado para cualquier
eventualidad. En mi libro “El ABC de tus finanzas”, encontrará usted una
metodología completa para salir de las deudas y llegar hasta lo que yo
denomino, libertad financiera integral.
Y recuerde estimado lector: Haga un
uso responsable y sabio del dinero