Tiempos violentos
“La violencia engendra violencia, como se sabe; pero también engendra ganancias para la industria de la violencia, que la vende como espectáculo y la convierte en objeto de consumo.”
Eduardo Galeano
1. Las órdenes de aprehensión: instrumentos pedagógicos para tranquilizar conciencias y socializar el miedo. Cuatro profesores de Oaxaca detenidos y exhibidos como se estila (ilegalmente) con los narcotraficantes. De lo que se trata es de lanzar mensajes múltiples, para decir, desde Los Pinos que hay Gobierno ¡faltaba más! Es necesario darles lecciones a maestros que no saben lo que es el Estado y su aparato punitivo. Bien, palmadas en la espalda a los señores trajeados y uniformados. La Reforma Educativa va, diría el otro joven imberbe, inquilino del edificio de República de Argentina. A su vez, el inquilino de Bucareli toma el teléfono rojo y le dice a su jefe: “misión cumplida”. Todos se hermanan y se reconfortan. Los dueños del dinero arquean las cejas y hacen muecas de aprobación. “Vamos bien” y se frotan las manos.
Los segmentos izquierdistas no saben cómo actuar, unos llaman a redoblar la resistencia y otros llaman al diálogo. La vieja práctica priísta funciona: tirar mordiscos y negociar, hasta donde se pueda. Lo importante es que los señores del capital no duden en invertir ni en apoyar al tricolor. Nada de marearse con sueños panistas, aquí hay fuerza y garantía de riqueza. Los números hablan.
2. Domesticación y sumisión: el viejo binomio. Los jefes priístas y sus operadores saben doblar conciencias y comprar voluntades, eso lo saben desde Lombardo hasta “izquierdistas” simulados. Michoacán ya no es problema, ¡qué va!, lo gobierna un perredista con lógica conservadora, muchacho endeudado con sus impulsores oficiales y oficiosos, aspirante a estratega y aprendiz de la ocurrencia; matraquero de lo rutinario y animador de policías y soldados. Ni un gramo de rasgos sociales y comunitarios. Las lecciones de su maestro sonorense en San Lázaro lo adiestraron bien. Los compromisos son para respetarlos.
En Morelos todo marcha bien, un guardián vigila la ideología priísta. El “socialista” del Presidente, como le llamó Arnoldo Martínez Verdugo, lo hace muy bien, no esconde su exquisitamente vulgar abyección al inquilino de Los Pinos, como antes lo hizo con Echeverría, López Portillo, De la Madrid y Salinas.
3. Narcotráfico y legalización de la marihuana. “Las buenas conciencias pegan el grito en el cielo”, los enviados de Satanás y de intereses “inconfesables” aprueban y apoyan que los muchachos, y no tanto, puedan sembrar y consumir cannabis. ¡Qué bárbaros! Tan feliz que era la chamacada con sus cartones de cerveza, sus botellas de tequila y sus paquetes de cigarros. ¡Sacrílegos!
Aunque, el amparo concedido es para una asociación, lo esperado es que muchos se acojan a ese paraguas legal y también recurran a procedimientos similares. Por supuesto, la tendencia puede ser similar a la adoptada por algunos Estados de la Unión Americana. Lo absurdo será seguir viviendo en la esquizofrenia actual: no se prohíbe el consumo, pero no se permite su venta. Veremos.
Como es evidente, el narcotráfico no ve con buenos ojos estos primeros pasos de legalización del autoconsumo, el negocio tiene pérdidas, le pega en la columna vertebral de sus ganancias. Ironía: los prohibicionistas se pusieron del lado del narcotráfico, sí, así es la dialéctica y su inserción en las reacciones morales y en los intereses concretos.
Epílogo. El Gobierno del DF es un buen replicador del Gobierno federal, practica detenciones arbitrarias (retenes) y realiza redadas por “portación de cara sospechosa” ¿dónde se perdió la izquierda?
pedropenaloza@yahoo.com / Twitter: @pedro_penaloz