¡TODO EL PODER!
¡TODO EL PODER!
Pedro Peñaloza
“Cuanto mayor
es el poder, más peligroso es el abuso”.
Edmund Burke
Como es costumbre, las prioridades en el proyecto
de Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) son las que el presidente
decida y el de 2023 no será la excepción, con el énfasis de que no se le
cambiará ninguna coma. Y todo indica que así será. Hace unas horas, los
legisladores morenistas y sus compañeros de viaje ya levantaron la mano
ciegamente.
En este contexto, un elemento que debemos denunciar
es el uso de los Fondos de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios
(FEIP), reducidos en más de 277 mil millones de pesos, al pasar de 323 mil
millones al inicio de la administración, a 45 mil millones de pesos al segundo
trimestre de 2022 (30 de junio de 2022), lo que representa una reducción del
85.8%. La bolsa del FEIP se acumuló en los últimos 20 años para proteger a las
finanzas públicas cuando ocurran disminuciones de los ingresos del gobierno
federal, con respecto a los estimados en la Ley de Ingresos de la Federación
del ejercicio fiscal de que se trate (El Universal, 26/09/22, p. A4).
Esto implica dos cosas: la primera, es el engaño
acerca de la “eficaz” política fiscal de este gobierno; y, en segundo lugar, se
obligará a recurrir a créditos externos, con lo que las finanzas públicas
tendrían que depender de la deuda, escenario que ha negado López Obrador. Así
las cosas, el presupuesto que ejerce el gobierno tiene pies de barro y una
simulación de origen, si nos atenemos al comportamiento de la Ley de Ingresos y
el gasto que se pretende ejercer. Sí, orientar el dinero a lo que quiera el
señor de Palacio.
Queda claro entonces, que, AMLO ha puesto por
encima de los recursos para contingencias, su irrefrenable ambición para
mantener el proyecto político a cualquier costo, sin importar el endeudamiento
umbilical que heredará. La realidad y los datos exhiben a un mandatario que
tiene dos únicos objetivos: repartir recursos masivamente para consolidar sus
clientelas por razones electorales; y, satisfacer su enfermiza egolatría,
mediante los onerosos proyectos “estrella”.
Por eso, el proyecto de egresos castiga y
desprecia a los organismos autónomos y escamotea prioridades para el país:
universidades públicas, salarios de profesores, mujeres, infancia, migración,
protección ambiental, institutos de salud y premia a quienes le son útiles. El
proyecto obradorista se corona de dos formas: fuerzas armadas con mucho dinero
y poder político inédito; y, desmantelamiento del INE, para convertirlo en su
apéndice y legitimador de las imposiciones electorales. ¿Hay dudas del modelo
autoritario del obradorismo?
@pedro_penaloz