¡TODO EL PODER AL EJÉRCITO!
¡TODO EL PODER AL EJÉRCITO!
Pedro Peñaloza
“Las bayonetas sirven
para casi todo,
menos para sentarse
sobre ellas”.
Charles-Maurice
Talleyrand
Frente a la exhibición de
vulnerabilidad de información en la Secretaría de la Defensa Nacional el ciudadano
presidente respondió con cinismo y burla, al decir que, “ya todo se sabía”.
¿Quién estaba enterado de que el inquilino de Palacio Nacional tuvo que ser
trasladado, mediante una ambulancia aérea, de su rancho a un hospital militar
por el “riesgo alto” producto de una angina inestable? El golpe fue seco y la
reacción mostró a un gobernante trastabillante.
La exhibición de los secretos,
por parte del colectivo Guacamaya, a la institución estatal más opaca de todas
fue de 6 terabytes. Dentro de la información se encuentran contratos del tren
Maya, del aeropuerto Felipe Ángeles o del futuro aeropuerto de Tulum; así como,
informes confidenciales de inteligencia, incluyendo fichas detalladas de
delincuentes y hasta la agenda personal del general Luis Cresencio Sandoval.
Por supuesto, hay mucha información más, que la SEDENA, con el argumento de
“seguridad nacional”, había mantenido en secreto.
Queda claro que las fuerzas
castrenses son un aparato que no sólo cumple sus funciones constitucionales,
sino que espía y da seguimiento a los opositores, a la delincuencia organizada,
a embajadores, y de manera destacada, al propio presidente. Y eso las hace un
factor de influencia política determinante. No olvidemos que ahora hay una
élite militar multimillonaria, privilegiada e influyente. Y lo evidente y
grave, es que tenemos a un presidente prisionero de esa cúpula, pero, sobre
todo, sujeto a sus dictados y desplantes. Véase al general diciendo discursos
amenazantes y autoritarios.
AMLO no duda en defender a una
élite militar que puede hostigar a periodistas y a miembros de la sociedad
civil. Su negativa a aceptar siquiera la posibilidad de conductas irregulares
del ejército lo dibuja de cuerpo entero, en especial su debilidad evidente. Los
atropellos y la arbitrariedad del viejo Estado Mayor Presidencial, resultan
minucias ante las concesiones, sin límite, que hoy se le ha otorgado en todos
los circuitos del aparato estatal.
En resumen, tenemos un
contexto de pesadilla: militares al desnudo, con sus sótanos al descubierto y
su impunidad a cuestas, un presidente y su empleado de Bucareli presionando y
chantajeando pequeños y miserables senadores para que votasen por un dictamen
engañabobos y sigan los milicos en su mar de privilegios, por lo menos, hasta
2028. Y en tanto, las calles seguirán llenas de ríos de sangre y de miedo
colectivo. El 96% de los delitos son del fuero común y eso no se modificará.
Las policías locales seguirán débiles y corruptas. ¡Cuidado!
Twitter:@pedro_penaloz