Especial

TODO ERA FELICIDAD…

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8 de mayo 15 viernes
(cuarta de cinco partes)
                Años 1864-66. Ya era hora de suspender fiestas para acomodar el menaje. El Alcázar de Chapultepec, convertido en residencia imperial, seducía a contemplar el paisaje.
                ¡Tesoro bienamado, nos falta el mar! , dijo Carola a Max.
—Miramar quedó atrás, ahora será Miravalle. Replicó.
—Quiero un lago, que refleje los volcanes que nos custodian.  Carola susurró al emperador.
—Sí. También construiré tu paseo… eso es, “El Paseo de la Emperatriz”. Que venga Rozensweig, gritó Max.
                Gaudeamus, banquetes, convites. Los aristócratas con tanta felicidad, no hicieron caso de la miseria que envolvía a la chusma.
                Los recorridos de reconocimiento para el progreso del imperio, estaban a la orden del día. Por las noches, en la intimidad, la pareja reincidía en estas escenas:
                —¿Cómo te fue tesoro bienamado?
 —¡Espectacular, ángel adorado!. De Orizaba, fuimos a la Hacienda El Mirador, de mi paisano Karl Sartorius. Ya lo convencí para que atienda el Ministerio de Agricultura. Llegaron los Gromann y los Müller a saludarme. Desde ahí contemplamos San Juan de Ulloa. Volví a ver el mar, ¡qué alegría!.
—Ya en Coatepec, degustamos café con una rosca de agua. Los Galván sacaron sus pocillos y platos de porcelana de Meissen, en charola de plata de Taxco… ¡mi querida Carola, tenemos que ir a Taxco!.
                —Ahora los Jalapeños… ¡mmmm!, se desviven en atenciones, pero son muy prejuiciosos. Me ven vestido de chinaco y no creen que soy el preciso. Piensan que soy jornalero. Porfa lava mi ropa, viene sucia y pestilente por esta  pinche (sic) diarrea que no se me quita. Mañana salgo para Cuernavaca. No encuentro mi agua de Colonia y quiero ir bien perfumao (este caón empezaba a suspirar por la jardinera del BORDA).
                Mientras en Chapultepec, parecía que TODO ERA FELICIDAD, Napoleón III, sin dejarse de atusar el bigote, estaba más que preocupado. No era para menos, estaba más que amenazado y necesitaba a su ejército cerca de él. También sabía que los victoriosos Ulises Grant y su Unión, se preparaban para proscribir a los intrusos europeos, que no entendían la doctrina MONROE: “América para los americanos”.
                Amigos: esta histerieta está casi consumida. Recuerden a Sun Tzú: “Si ignoras los planes de tus rivales, no puedes hacer alianzas precisas”. Disfruten su fin de semana y por ahí del lunes nos estaremos saludando.
                Ánimo ingao…!
                Con el respeto de siempre Julio Contreras Díaz.
                Ahí les manda esto el DJ. Un valsesillo austriaco que bailaba la pareja imperial.

 

               http://youtu.be/-Ohi3pLVrJU

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