Todos pierden
DANIEL BADILLO
Nadie gana con el diferendo entre el Gobierno del Estado y los municipios gobernados por Morena. La confrontación no traerá nada bueno, menos aún en tiempos electorales. Hasta ahora la Secretaría de Gobierno a cargo del gris ex dirigente perredista, Rogelio Franco Castán, se nota ausente y rebasada por el conflicto que debiera solucionarse por la vía del diálogo. Y como siempre, el gran perdedor es el pueblo quien se encuentra en medio de la vorágine de declaraciones y acusaciones entre uno y otro bando, a raíz de la supuesta existencia de despensas caducas que, según la prensa, habrían enfermado a varios niños. Y perdón por insistir pero no veo quién podría mediar entre el titular del Poder Ejecutivo y los alcaldes. Labor que, en teoría, tiene a su cargo Franco Castán pero se observa agazapado, inmóvil e incapaz siquiera de hilvanar dos palabras al respecto.
Tanto en el gobernador como en los alcaldes debe prevalecer la mesura. Las administraciones municipales recién acaban de iniciar. Es muy temprano para tener conflictos de esta naturaleza que, repito, sólo perjudican al pueblo. A la delicada situación de violencia e inseguridad que prevalece en varias regiones del estado se suma ahora –como bien lo apuntó el columnista Arturo Reyes Isidoro- la violencia política, justo en la coyuntura electoral. En este mismo espacio he venido insistiendo en que no conviene a nadie la confrontación, porque de los ataques verbales se puede pasar al ataque personal y a la violencia física entre los seguidores de uno y otro. Penoso espectáculo que trasciende fronteras y coloca a Veracruz, una vez más, en el ojo del huracán por la falta de civilidad y concordia.
Por el bien de la entidad, ojalá pronto termine esta penosa situación. Aunque la verdad no anticipo una solución inmediata, sobre todo porque están por iniciar las campañas y situaciones como esta serán aprovechadas para llevar agua al molino de partidos como Morena y la coalición PAN-PRD-MC. Este pleito personal lo único que traerá por resultado es desalentar la participación de los ciudadanos y una mayor decepción sobre la mal llamada “clase” política. De allí que no está de más hacer un llamado al diálogo para evitar que el conflicto escale. Si hay despensas caducas que se investigue y se finque responsabilidad, pero que dejen de tomar al pueblo como carne de cañón. Suficientes problemas tiene la sociedad como para cargar ahora con las diferencias personales entre quienes nos gobiernan.
POSDATA:
Aunque en algunos espacios de opinión se ha cuestionado la supuesta “tibieza” por parte del precandidato del PRI a gobernador, José Yunes Zorrilla, frente a las acciones del Gobierno del Estado lo cierto es que la mesura con la que se ha conducido siempre en su vida personal, es una de sus principales virtudes. Se trata de un hombre íntegro y honesto, cuya civilidad abona en estos momentos a la concordia que tanto necesita el estado. Ahora más que nunca se requiere de perfiles que privilegien el diálogo y la propuesta por encima del ataque y la confrontación. Y Pepe Yunes cuenta precisamente con esos atributos por ser una persona de trato amable y conciliador. Ojalá la sociedad valore lo anterior al momento de razonar el sentido de su voto.
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