Especial

Tomás Ruiz, ¿el caballo negro para la de dos?

Comparte

José Ortiz Medina

 

AJENO AL ESCÁNDALO de su antecesor, el actual alcalde de Coatepec, Julio Hernández Ramírez va haciendo lo que debe y apenas unos días del proceso electoral ha dado inicio con un paquete de obras que habrán de resolver deficiencias que por años han aquejado a los habitantes de Coatepec y sus congregaciones. Era ansiado el cambio en el Pueblo Mágico y ahora que se ha recuperado la relación sociedad y gobierno municipal se estima que pueda continuar y fortalecerse. La gestión del hoy alcalde en las pocas semanas que lleva en el cargo ha convencido, demostrando que los años en la administración pública municipal no fueron en balde. Sería conveniente que él concluyera el período municipal que dejaría

Si el problema del estado de Veracruz es financiero, entonces sólo hay dos aspirantes a Gobernador que cubren el perfil para sacar al buey de la barranca: el senador Pepe Yunes Zorrilla… y el titular de la SIOP, Tomás Ruiz González.

Como es sabido, Tomás Tomás Ruiz es abogado egresado de la Escuela Libre de Derecho, tiene un diplomado en finanzas en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y una maestría en Economía Política Internacional en la Universidad de Columbia, para lo cual obtuvo la beca del Programa Fulbright.

Durante el sexenio del presidente Carlos Salinas de Gortari fue Director General de Banca Múltiple en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público que encabezaba Pedro Aspe. En el sexenio del presidente Ernesto Zedillo Ponce de León fue nombrado en 1995 Procurador Fiscal de la Federación y en dos ocasiones Subsecretario de Ingresos, y fue el primer presidente del Sistema de Administración Tributaria (SAT) en 1997, siendo Secretario de Hacienda Guillermo Ortiz.

En el año 2000, el presidente Vicente Fox lo nombró Director General de BANOBRAS.

Y qué decir además de los múltiples contactos que tiene Tomás Ruiz en el mundo de las finanzas y los negocios no sólo a nivel nacional, sino también en el ámbito internacional.

Bien lo dijo Miguel Alemán Velazco en 2004, en una charla muy en corto: “Fidel Herrera puede ser un excelente candidato, pero un mal gobernador, y Tomás Ruiz tal vez no sea un buen candidato, pero sí un excelente Gobernador”.

Y no se equivocó don Mike. Ya es de todos conocido cómo dejó de maltrechas las finanzas el nativo de Nopaltepec. Fidel es un mago, un monstruo de la política, pero un pésimo administrador. Y a las pruebas nos remitimos: una abultada deuda que oficialmente supera los 40 mil millones de pesos, pero que según el diputado priista Ricardo Ahued rebasa los 80 mil millones de pesos.

En la sucesión gubernamental de 2004, Miguel Alemán le dio cuerda a Tomás Ruiz para que buscara en abierto la postulación. Así, de la noche a la mañana, vimos tapizado el estado con anuncios espectaculares, bardas y medall ones en autobuses con la imagen de Ruiz González.

Incluso, Alemán le pidió a conspicuos políticos veracruzanos que trabajaran en abierto a favor de Tomás, aunque Fidel Herrera se impuso porque supuestamente era el mejor posicionado en las encuestas, lo cual fue un mito, en virtud de que dejó los pelos en los alambres ante Gerardo Buganza Salmerón.

Ahora, los seguidores de Tomás Ruiz, le apuestan a que se polaricen los proyectos políticos de los senadores Héctor Yunes Landa y Pepe Yunes Zorrilla, y entre un tercero en discordia, quien bien podría ser el titular de la SIOP. Dicen que a Tomás no lo ve mal el primer priista del estado para lo que se viene, y pronto, muy pronto, veremos un gran activismo de este singular personaje. Al tiempo.

 

ENTRE LOS EMPRESARIOS de la capital veracruzana prevalece la indignación y la inconformidad por la permanencia de Octavio Augusto Jiménez Silva en la presidencia del Centro Empresarial Xalapa (CEX Coparmex), debido a que con todo tipo de argucias y trampas se ha mantenido en dicho cargo, a pesar de que ya venció su periodo estatutario.
En esa organización patronal, la molestia de los empresarios se debe a que durante su gestión, Octavio Augusto Jiménez recibió seis millones de pesos para la instrumentación de cursos de capacitación, semanarios fiscales y congresos. Sin embargo, jamás organizó evento alguno. En reuniones ordinarias y extraordinarias varios socios –y sobre todo los más emblemáticos- le solicitaban información acerca del manejo de las finanzas del CEX y éste discrepaba, señalando que esos datos los rendiría en su informe anual.
El representante de Coparmex en Xalapa habría obtenido del Gobierno del Estado, concretamente del Instituto de Espacios Educativos, obras por 30 millones de pesos, sin participarles a los 172 socios. Estas obras las ha cana lizado a una persona física que ni socio del CEX es. Es decir todo ha quedado en familia. Lo que demuestra que Jiménez Silva llegó a servirse no a servir a su gremio. Por otro lado, Jiménez Silva no rindió el informe anual que corresponde a 2014 y 2015. De acuerdo a los estatutos, el presidente del CEX Coparmex debió citar a sus representados a su último informe en Marzo de 2015 y de inmediato someter a la aprobación de la asamblea la convocatoria para elegir la nueva directiva o en su caso expresar su deseo de reelegirse. Toda vez que su periodo oficial tuvo como fecha límite el 31 de marzo de 2015. Por todas las vías posibles, los socios del CEX le recordaban a Jiménez Silva que convocara a reunión para lanzar la convocatoria con miras a la renovación de la directiva y este hacía caso omiso. Presionado por sus representados, fue hasta el 12 de mayo cuando, sin la aprobación de la asamblea de socios, Octavio Augusto Jiménez publicó la convocatoria para renovar la directiva, fijando como fecha para elegir la nueva directiva el día 27 de mayo del año en curso.
Para entonces, la indignación de los empresarios ya era en grado superlativo. En primera porque a partir del 31 de marzo de 2015 había dejado de ser Presidente del CEX. En segunda porque se preguntaban ¿Con que autoridad Octavio Augusto lanzaba mes y medio después una convocatoria fuera de su periodo? Cuando durante casi dos meses le estuvieron exigiendo cumpliera con la ley. Consciente que los integrantes de este sindicato empresarial estaban más que indignados y en el afán de perpetuarse en el puesto, tuvo la brillante idea de inflar el padrón del CEX con socios de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco-Servitur Xalapa). Por ello, el día 27 de Mayo, ya con el padrón inflado y al no haberse registrado más planillas que la suya (Nótese que los empresarios no le siguieron el juego) logró de la forma más burda e ilegal su reelección. De inmediato los empresarios, cansados de las burlas de su espurio dirigente, informaron de estos hechos a la presidencia nacional de COPARMEX, dando cuenta al mismo tiempo a la Secretaría del Trabajo para que se abstenga de expedir a Jiménez Silva la respectiva “toma de nota”, en la inteligencia que de hacerlo, el gobierno estatal estaría convalidando una elección ilegal, truculenta y fraudulenta. Los empresarios xalapeños solicitaron a la comisión revisora del Consejo Directivo una urgente auditoría a las finanzas del CEX, advirtiendo que de encontrarse irregularidades se podrían fincar responsabilidades legales a quienes hayan administrado con desaseo los recursos de este organismo empresarial.

 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *