Trágica burla
Trágica burla
Por Aurelio Contreras
Moreno
Apenas
el régimen de la autoproclamada “cuarta transformación” tomó el poder en México
en diciembre de 2018, como por arte de magia y con apabullante celeridad en
Veracruz fueron liberados varios de los principales sátrapas que destrozaron la
entidad entre 2010 y 2016. Entre ellos, el ex secretario de Seguridad Pública
Arturo Bermúdez Zurita.
El ex
funcionario que fue intocable e inamovible durante el tiempo que Javier Duarte
de Ochoa tuvo en sus manos las riendas del poder en la entidad había sido
detenido e ingresado en el penal de Pacho Viejo, municipio de Coatepec,
Veracruz, a principios de febrero de 2017, a dos meses de iniciado el gobierno
de Miguel Ángel Yunes Linares, que comenzó con ello una “cacería” de duartistas
que, al menos en el caso de Bermúdez, tenía sólidos elementos por su
vinculación con diversos crímenes en agravio de la población, como la
desaparición de cuatro jóvenes en Tierra Blanca que fueron entregados por
policías estatales a la delincuencia organizada al confundirlos con miembros de
un grupo rival.
Sin
embargo, los cargos que se le imputaron inicialmente fueron enriquecimiento
ilícito, abuso de autoridad y tráfico de influencias, delitos considerados no
graves, por lo que tras cumplirse el año de prisión preventiva que se le
decretó tras ser puesto a disposición de un juez, podría obtener su libertad
bajo caución.
Al
cumplirse el año de su detención, en febrero de 2018, a Bermúdez -y a otros 19
ex elementos y mandos policiacos- le fue imputado el delito de desaparición
forzada de 15 personas, por lo que el “favorito” de Duarte tuvo que permanecer
en el reclusorio, ya que ahora sí enfrentaba una acusación que, vale la pena
puntualizar, apenas y si hacía justicia en función de todo el daño que provocó
en el estado, que durante su gestión se convirtió en un infierno de violencia y
muerte. Parecía que finalmente pagaría por sus felonías.
Pero
su suerte cambió –“coincidencia” o no- con la victoria electoral del
lopezobradorismo en Veracruz y la derrota del yunismo que lo encarceló. No
pasaron ni cinco días de que Cuitláhuac García Jiménez había rendido protesta
como gobernador, cuando a Bermúdez le fue concedido un amparo contra la prisión
preventiva y la misma jueza que lo vinculó a proceso, decretó que podría
continuar en libertad con los juicios en su contra, incluido el de desaparición
forzada, que sí es grave y no admite la fianza.
Luego
de ser liberado -junto con casi todos los demás duartistas apresados en
Veracruz, que salieron de la cárcel en cascada apenas llegó la “4t”-, poco se
supo de Bermúdez. Acudía a firmar su caución al penal -alguna vez teatralmente en
muletas- y después desapareció del ojo público. Hasta ahora.
Este
jueves Arturo Bermúdez Zurita reapareció en un programa de televisión abierta
nacional. Pero no pidiendo perdón a los veracruzanos por haber ayudado a hundir
a la entidad en un mar de sangre. Ni tampoco por los más de seis mil
desaparecidos durante el infame sexenio de Javier Duarte.
El
“capitán tormenta” -su nombre clave en las corporaciones policiacas bajo su
mando- apareció en un programa sobre deportes extremos de TV Azteca -la
televisora privada consentida de la “4t”- hablando de su afición, a bordo de
una motoneta, gozando del mar y de la vida. De esa misma vida que le fue cegada
a miles de personas en Veracruz por su criminal actuación al frente del área de
seguridad pública.
La
justicia en México es una trágica burla.
Cien
mil muertos oficiales
Este
mismo jueves 19 de noviembre de 2020 quedará grabado en la memoria histórica de
México: se superaron los cien muertos oficiales a causa de la pandemia por
covid-19, ocho meses después de registrarse la primera defunción.
Para
darse una idea de la dimensión de este número, equivale a la misma cantidad de
personas que murieron durante TODO el sexenio de Felipe Calderón a causa de la
“guerra contra el narcotráfico” y por los cuales fue denunciado ante el
Tribunal de La Haya y varios organismos de defensa de derechos humanos por
crímenes de lesa humanidad.
Y la “4t” va todavía por más.