Tras las elecciones, la venganza de Cuitláhuac
Línea Caliente
Tras las elecciones, la venganza de Cuitláhuac
Por
Edgar Hernández
¡Insiste
en agredir a la prensa!
No hubo necesidad de esperar
tanto.
Tras la desaseada jornada
electoral del pasado 6 de junio –robo de urnas, operación carrusel, violencia,
secuestro, cárcel o muerte a candidatos opositores y la abierta complicidad del
OLPE- que colocó a Cuitláhuac García en
los cuernos de la luna ante los ojos de otro peor que él, el Peje, la revancha
no tardó en llegar.
Entre los guardaditos del
resentido gobernante estaba por iniciarse la consumación de algunas venganzas
en contra quienes resistieron presiones
y amenazas de su gobierno para que entregaran sus plazas electorales, apoyados
por la Secretaría de Seguridad Pública y la propia Guardia Nacional.
Entre sus pendientes estaba
además redoblar las agresiones a los periodistas, como sucedió el pasado fin de
semana en Nuevo Teapa, en el sur de la entidad, en una clara señal de que él es
quien manda y si se equivoca vuelve a mandar.
Y ya de refilón pasar a
cuchillo a los desleales colaboradores que no supieron ni pudieron defender las
plazas que les habían sido encomendadas.
Por la vía del cese
fulminante fueron echados a patadas uno que otro mano larga que se embolsó el
dinero para la operación electoral quedando adicionalmente al descubierto, en
paralelo, los partidos que de manera embozada trabajaron para Morena como
fueron los casos del PAN, el PRI y Movimiento Ciudadano.
Así, de estar casi la mitad
de su sexenio entre los peores gobernadores a nivel nacional, nuevas
encuestas lo han colocado entre los seis
mas chingones y con el favor de la prensa que chayotea su gobierno a nivel
nacional y estatal, como uno de los favoritos del presidente López Obrador,
casi-casi el consentido, al que el abuelo sienta en sus piernas y apapacha como
el travieso chamaco que le salió bueno pa´la transa y los trastupijes.
Cuitláhuac García hoy se
ufana y pasea por plazas y ciudades dando autógrafos a sus chairos que –ahora
sí- creen en él y ordena a sus diputados, todo el Congreso es de él, darle un
sí a la Revocación del Mandato, pero no al suyo, ni al próximo si es mujer el
siguiente gobernador pensando en Rocío Nahle.
Dispone asimismo, con toda
la fuerza que le da su ilegítima autoridad, a recortar presupuestos, ahogar a
los poderes legislativo y judicial, a rebanar a la burocracia y a plantear
nuevos empréstitos ya que el 2024 está muy cerca y no se le puede fallar a
patrón.
En la ola del aplastante
triunfo quedan semi ahogados paradójicamente los verdaderos artífices del
triunfo electoral como Manuel Huerta y Eric Cisneros, ya que el ganador, como
en el box, solo es uno.
En la desnudez total queda
asimismo una oposición que nunca supo ni imaginó el juego que jugaba
Cuitláhuac.
Tras la derrota, el PAN y en
PRI van rumbo a la renovación de sus dirigencias por ser un fiasco y el PRD con
una fuerza tan disminuida que difícilmente se puede apostar por él.
Habrá que insistir, desde
luego, que quienes se llevan en lo inmediato las madrizas son el sector más
odiado por la 4T, por López Obrador y por el rapaz de Cuitláhuac, la prensa.
Después del 6 de junio no ha
habido día en que no se reporten agresiones a los comunicadores.
A nivel nacional López
Obrador instala la Santa Inquisición contra los periodistas desde Palacio
Nacional y a nivel estado, en Veracruz, se ordena golpear y amordazar a los
periodistas e impedirles, como dé lugar, cumplan con su labor.
No cámaras fotográficas. No
videos. No celulares. No narraciones en vivo que den testimonio de los
atropellos y asesinatos, por equivocaciones o no, a niños e inocentes. No
registro de la escalada represiva y no a esa exclusividad informativa que tanto
censura.
Habrá que regresar unos días
atrás para recordar su afirmación hecha apenas el pasado lunes 28 de junio cuando
sostuvo, con ese peculiar estilo de hablar, que “hay muchos malandros en los
medios” que son financiados por el crimen organizado.
Grave, gravísima esa tabla
rasa, que pretende con su “revelación” que lleva doble fondo. Son generalidades
que mueven a la sospecha para la consumación de venganzas.
Y es que ¿Dónde empieza el
“Chayotero Ilustre” presuntamente ligado a criminales denunciado por Cuitláhuac
y dónde el o los portales y sus reporteros madreados que dieron las primicias
de Nuevo Teapa en donde fueron asesinados dos adolescentes presuntamente a
manos de la policía estatal?
¿Esa es acaso la nueva
normalidad democrática?
Tiempo al tiempo.