Un buen libro para los docentes
Por René Sánchez García
El año pasado, la maestra Cintia Ortiz Blanco, quien tiene estudios de maestría en la Universidad de Georgia (USA) y que actualmente labora para la división de posgrado de la Benemérita Escuela Normal Veracruzana “Enrique C. Rebsamen”, se dio a la tarea de coordinar los trabajos de investigación que dieron origen al libro Formación Docente y Escuelas Normales, que acaba de publicar el Gobierno del Estado de Veracruz, a través de su editora, en el mes de julio del año de 2019.
Se trata de cuatro buenos trabajos de investigación sobre la complejidad que encierra el ejercicio de la docencia en el contexto de las escuelas normales y de la tarea que desarrollan los formadores de docentes respecto de la preparación de las futuras generaciones de maestros de educación básica. De esta manera la obra publicada se suma “al debate sobre lo que ha de cambiar para mejorar en el ámbito de la misión institucional de las escuelas normales, en lo particular, y de la educación pública en México, en lo general”.
En este trabajo de investigación colectivo participan, además de la coordinadora, las maestras María Teresa Ortiz López, Reyna María Montero Vidales, Flavia Beatriz Ramos García, María del Carmen Chávez Monfil y el maestro Juan Jesús López Serena, todos ellos integrantes de las diferentes líneas de investigación que tienen actualmente las maestrías de la Benemérita Escuela Normal Veracruzana, y que apoyan a esclarecer “la complejidad que encierra en el ejercicio de la docencia en el contexto de las escuelas normales y de la tarea que desarrollan los formadores de docentes”.
Los temas desarrollados durante la investigación son interesantes: I. Construcción de la identidad profesional de los futuros docentes; II. Procesos tutoriales y formación de docentes; III. Formadores de docentes y sus necesidades de formación permanentes; y IV. Formación docente desde la perspectiva de la enseñanza de la historia. En todos y cada una de estas investigaciones, los autores señalados se vieron en la necesidad de “atreverse a develar cuestiones y plantear críticas y autocrítica, haciendo recomendaciones a los actores que corresponda, inclusive a sí mismos”.
Este formidable libro de docentes y para los estudiantes de la docencia, no sólo da a conocer resultados de las investigaciones realizadas, sino lo importante es que a través de su divulgación permite valorar lo qué es trabajar en equipos interdisciplinarios, así también lo que significa poner en práctica toda la reflexión, imaginación y creatividad posibles para el análisis de su propia práctica docente ejercida. Como bien lo dice J. Delfino Teutli Colorado en el prólogo, refiriéndose a los autores: Por si fuera poco, también decidieron afrontar el desafío de escribir para compartir con los lectores la narrativa de su hacer y su pensar, en tanto que al investigar, como reza el epígrafe de Camilo José Cela: “Para escribir sólo hay que tener algo que decir”.
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