¿UN DEDAZO ACOTADO?
¿UN DEDAZO ACOTADO?
Pedro Peñaloza
“Cuando una multitud ejerce la autoridad,
es más cruel aún que los tiranos”.
Platón
Después del jolgorio y guateque
por el triunfo en el Estado de México y la repartición de culpas en Coahuila,
comenzó en Morena la batalla por la candidatura presidencial. Por su parte, el
inquilino de Palacio Nacional ahora intenta evitar el rompimiento ante la
confrontación de las corcholatas. Sabe que el problema no es la oposición, sino
al interior del partido, por lo que empezó a mover su aparato político para
aplastar cualquier insubordinación de los candidatos.
Por eso, en una exhibición de
poder, la noche del lunes convocó una reunión, en un restaurante cercano al
zócalo, a sus gobernadores y los cuatro presidenciables. El supuesto motivo fue
superficial y socarrón: “felicitar a Delfina”. Y ya forzado, dijo que “era un
acto de unidad del movimiento”. En realidad, lo que se desprende del cónclave
fue un acto de lealtad al presidente y recordar que aún es el líder del “movimiento”
y único árbitro de la contienda. Por ello, será él quien apruebe las reglas de
la contienda y los métodos para elegir al ganador.
Sin embargo, al día siguiente se
dio el madruguete: Marcelo Ebrard anunció su salida de la Secretaría de
Relaciones Exteriores para concentrarse en su campaña presidencial. Así, se
confirmó que uno de los acuerdos de “la reunión de Porrúa”, fue que los
suspirantes dimitieran a sus encargos para participar en las encuestas y lograr
una competencia igualitaria. Pero, el ex Jefe de Gobierno se les adelantó,
presionando principalmente a Claudia Sheinbaum quien cuenta con los reflectores
y el presupuesto de la CDMX para hacer campaña y un amplio ejército de jóvenes
a su servicio en los “PILARES”. Ella sería la principal afectada.
Todo esto se discutirá el próximo
fin de semana en el Consejo Nacional de Morena, el cual obedecerá la orden del
Tlatoani. La línea ya está lanzada, lo que sigue es perfeccionar las
compensaciones para los perdedores y todos felices. Así funcionan los supuestos
“distintos”.
En síntesis, tenemos tres
escenarios posibles: el Consejo Nacional acepta las propuestas del canciller y
lleva una contienda equilibrada; en el segundo, por el momento y buscando la
unidad aprueban la propuesta marcelista, pero al final el presidente impone su
voluntad, es decir, el dedazo presidencial; finalmente, se desecha el plan del
aún secretario y se desata un rompimiento en el partido, donde Movimiento
Ciudadano le abre las puertas al canciller. Pronto sabremos si Morena puede resistir
un proceso democrático para elegir a su candidato presidencial y si el dueño de
la franquicia lo acepta.
@pedro_penloz