UN ESPÍA EN MÉXICO
UN ESPÍA EN MÉXICO
Pedro Peñaloza
“La violencia es el miedo a los
ideales de los demás”.
Gandhi
El mensaje de Trump es contundente. Ronald Johnson,
un espía de la CIA, como embajador en México. Y no podía ser de otra manera: el
nuevo gabinete está lleno de conspiracionistas, con línea dura frente a China e
Irán, a favor de los bloqueos cubano y venezolano; con empresarios que buscan
disminuir impuestos y reducir el Estado, como Elon Musk; hombres de Wall Street
en el Tesoro, defensores del sionismo, veteranos de guerras, personas de
ultraderecha en contra de los movimientos por los derechos trans y por el envío
de tropas a la frontera con México.
El nuevo embajador es coronel retirado, vinculado
al espionaje y la contrainsurgencia. Johnson desarrolló una carrera de tres
décadas en las fuerzas armadas de su país y en la CIA. De acuerdo con una nota
de El Universal (12/diciembre/2024, p.6), se enlistó en la Guardia Nacional en
1971, se graduó en el curso de oficiales de las Fuerzas Especiales en Panamá y
gran parte de su carrera militar trabajó bajo las órdenes del Comando sur, cuya
“área de responsabilidad” es América Latina y el Caribe.
En su primer mandato, Trump lo nombró como
embajador en El Salvador, donde apoyó de manera abierta la política represiva y
antigarantista del presidente Bukele, con lo que evidenció su visión del
tratamiento que merecen los derechos humanos. Para Donald Trump, lo que Johnson
hizo en ese país no podía calificarse más que como una “gestión totalmente
exitosa”.
Hay que agregar que en la hoja curricular de
Johnson también está su papel de asesor, junto con otros 55 militares, de los
gobiernos genocidas en El Salvador en la década de los 80, época del
florecimiento de los escuadrones de la muerte impulsados desde Washington.
Otra actividad a la que se dedicó este personaje
fue su incursión en los Balcanes, en la década de 1990, como parte de un equipo
de la CIA, nos recuerda una nota de La Jornada (12/diciembre/ 2024), donde
participó en maniobras estadounidenses para inducir el odio étnico en la
antigua Yugoslavia y en otros países pequeños de los balcanes, iniciando un
conflicto que continúa hoy en esa región europea.
Aunque todavía falta la ratificación en el Senado
estadounidense y el beneplácito del gobierno mexicano, es un hecho que en enero
lo tendremos en México. Ron Johnson poco sabe de comercio y mucho de espionaje.
Es el mensaje de Trump al gobierno de Sheinbaum. Ni acuerdos bilaterales ni
pactos por la soberanía. Llegó el tiempo de las imposiciones. De poco servirán
poses chauvinistas.
@pedro_penaloz