Un libro más sobre la Conquista
Por
René Sánchez García
La
conquista española, por no llamarla invasión, masacre, destrucción, rapiña, o
simple y sencillamente profanación a nuestras milenarias creencias,
pensamientos, culturas, formas de organización social y maneras tan naturales
de convivir con nuestro entorno, sigue siendo una herida bastante profunda que
no sana entre los pueblos indígenas actuales de todo el territorio de la
antigua Mesoamérica, que da para cúmulos de reflexiones y nuevos puntos de
vista escritas por intelectuales e historiadores especialistas en las
consecuencias de este choque desigual entre dos culturas, sucedida en el año de
1519.
Con estos ensayos, fruto de
nuevas indagatorias, tanto en los archivos extranjeros como en los nacionales
de cada uno de los pueblos latinoamericanos conquistados, no se busca de
ninguna manera presionar a España o a la iglesia católica, para que mediante un
discurso oficialista o sentimentalista se pida perdón por lo sucedido. Más
bien, resaltar que “la conquista encabezada por Cortés fue sólo el primer paso
de una línea genealógica de dominación que aún no termina”. La creencia de que
con la creación de la Nueva España y posteriormente con la del México
independiente como nación, son solo mitos creados para quitar culpas a los
verdaderos responsables.
Para explicar algo sobre
este asunto apareció el libro La Conquista en el presente,
publicado por la editorial La Cigarra. El volumen está compuesto por cuatro
ensayos escritos por Yásnaya E, Aguilar, Jorge Comensal, Ana Díaz Serrano y
Eugenio Fernández Vázquez, quien es el autor del prólogo. A continuación,
haremos una apretada síntesis del contenido de cada uno de los trabajos. Aunque
aquí lo importante es como siempre la lectura y el punto de vista final de los
futuros lectores interesados.
Yásnaya Aguilar, argumenta
que “el mestizaje nunca existió, al menos en la forma idílica en la que suele
presentarse. En todo momento, la población española y criolla estableció
límites para reproducirse y conservar en pequeños grupos el poder. La relación
de los indígenas con los recién llegados fue, siempre asimétrica”. Jorge
Comensal aclara que “la idea –mito- del mestizaje es una historia sin anclas a
la realidad y, por otro lado, se tiene una aproximación en la que los
peninsulares tenían más posibilidades de ascender en la escala social y los
indígenas estaban destinados a servirlos de por vida”.
Ana Díaz Serrano parte de la
conmemoración del quinto centenario del descubrimiento de América en 1992 y
“describe cómo el aniversario fue usado para moldear la imagen de una España
moderna, a punto de entrar a la integración europea. Toda Latinoamérica volvió
a representar la utopía transoceánica y la idea de una comunidad que se abre al
libre mercado. La Conquista fue un nuevo mito que justificó el ingreso de
España a la globalización y a la Unión Europea, después de los años del
franquismo”. Finalmente, Eugenio Fernández hace énfasis en una afirmación
frecuente: “No es posible juzgar, a siglos de distancia, con ojos del siglo
XXI, la Conquista. El despojo violento o coaccionado de territorios marcó no
sólo a las culturas indígenas de la Nueva España sino a una larga lista de
descendientes, Las estatuas son símbolos que aún hablan y cuando se derriban
obligan a volver la mirada y discutir hechos que muchos creen superados”. Para
los autores, dice Alejandro Badillo, no hay derrota, sino una lucha que no
acaba y que sobrevive en comunidades erosionadas, pero aun vivas y en resistencia.
La lectura de La Conquista en el presente nos obliga a pensar en los otros y
en la necesidad de escuchar sus voces. Los pueblos indígenas tienen la palabra
para liberase de la tutela que les han impuesto por siglos.
sagare32@outlook.com