Un paso adelante, dos atrás
Si ustedes no nos dejan soñar, nosotros no los dejaremos dormir”.
Cántico de jóvenes españoles (Indignados).
Puerta del Sol, Madrid España. Mayo de 2011
- Avance incuestionable. Que treinta millones de electores hayan decidido votar por AMLO y con ello expresar su repudio a la corrupción, al abuso del poder, a la ineptitud y a la represión. Sin duda, es un avance electoral que un número significativo de ciudadanos se adhieran a una opción electoral. Hasta aquí, el paso adelante.
- Primer retroceso. De ninguna manera se puede afirmar que los sufragistas emitieron su voto para que el presidente de la república ataque sin fundamentos legales a personajes de otros partidos o que piensan distinto. Es inimaginable sostener la tesis que en nombre de una enorme masa de votantes se puede aprovechar el enorme poder presidencial para desprestigiar y denostar a quien se le venga en gana. El delito moral, si así se le puede llamar, es cuestionar la política y las decisiones del tabasqueño. No hay más. Él amenaza, se burla y persigue a quienes fueron integrantes de otros gobiernos. Con ello, contradice su discurso de “conciliación” y de “trabajar unidos por México”. Ahora, está convocando a una consulta para juzgar expresidentes, asumiendo que la justicia ya no admite debido proceso y presunción de inocencia. La misa de siete se ha convertido en el anuncio de linchamientos y exorcismos políticos.
- Segundo retroceso. Los seguidores de AMLO que se expresaron en las urnas no le otorgaron un cheque en blanco para dejar a las guarderías sin presupuesto y con ello a miles de niños, mujeres y, en general, familias fracturadas; bajo la bandera de la lucha contra la corrupción, sin distinguir, que, su decisión implica lastimar a quienes actúan honestamente. Un elemento que subyace en esta decisión arbitraria es la reproducción de estereotipos y roles en el cuidado de la niñez, al trasladar el cuidado de los infantes a personas que tienen otras responsabilidades (abuelos) o a quienes carecen de preparación pedagógica para la atención de este grupo etario. Además, el amago de quitarle recursos a los refugios de protección a las mujeres agredidas es una política reproductora del machismo y de las violencias contra las mujeres.
Epílogo. La ruta del gobierno de AMLO ha exhibido ocurrencias e improvisaciones. Su visión antiecológica, sus consultas a modo, atropellando la normatividad internacional y la militarización del país (aunque algunos incautos y tontos útiles crean lo contrario), son signos inequívocos de que el país avanzó el primero de julio y, ahora, retrocede en el ejercicio de un poder de claros rasgos autoritarios.