UN VERACRUZANO EXITOSO
Un veracruzano exitoso
Pocos son los veracruzanos que saben que en la lista de los millonarios
más importantes de México, figura un paisano de Tuxpan, se trata de Roberto
Hernández, que aunque la mayor parte de su fortuna la debe a las empresas
Banamex y Vitro, actualmente se trasladó sus negocios a otros rubros como son
la industria farmacéutica, como Hypera Pharma.
Millonarios 2021 | Roberto Hernández, de bancos a farmacéuticas.
Aunque la crisis económica de la pandemia del COVID ha afectado por
igual a pobres que millonarios, de acuerdo con el más reciente reporte de la
revista FORBES, en la que se dan a conocer los nombres de los 20 hombres y
mujeres de negocios más acaudalados en nuestro país, Roberto Hernández figura
en el lugar número 20, quien a sus 79 años de edad, logra mantener su fortuna
en unos 1,700 millones de dólares, multiplíquenlo por veinte para calcular cuántos
millones de pesos son.
Así las cosas, el tuxpeño Roberto Hernández, se mantienen como uno de
los hombres más ricos de México y aunque buena parte de su fortuna se debe a
los ingresos que le dejaron las ventas de Banamex y Vitro en años pasados, el
empresario aún cuenta con otros negocios, como Hypera Pharma, donde tiene una
pequeña participación.
Tan solo en 2020, la farmacéutica brasileña registró un crecimiento en
sus ingresos de 24%; pero también lanzó su plataforma de comercio electrónico,
en el segundo trimestre, para la venta directa a los consumidores y tuvo más de
8,000 pedidos.
Mientras que para este año Hypera espera seguir invirtiendo en aumentar
su capacidad de producción, especialmente en la planta de medicamentos
estériles, lo que los permitirá ingresar a un mercado en el que no están muy
presentes.
En la actualidad, la empresa está presente en los mercados de productos
con receta, medicamentos sin receta, suplementos nutricionales y vitamínicos,
además de similares y genéricos.
Aunque nosotros no hemos tenido la oportunidad de conocer personalmente
a Roberto Hernández, conocimos en la etapa que estuvimos viviendo en el puerto
de los bellos atardeceres, a su padre don Pedro Hernández, quien incluso alguna
vez llegó a ser presidente municipal de Tuxpan, en la época del gobernador
Agustín Acosta Lagunes.
Pese a que su hijo ya era en ese tiempo, uno de los hombres más ricos de
México, don Pedro Hernández era un hombre modesto, a quien le gustaba cultivar
la amistad, con un selecto grupo de vecinos del puerto, a quienes
frecuentemente invitaba a desayunar allá en su casa de Santiago de la Peña a la
orilla del río.
A don Pedro Hernández le gustaba no solo cultivar la amistad atendiendo
en persona a sus amigos, en su propia casa, que por cierto, no tenía ningún
muero ni paredes o puertas en toda la planta baja, lo que hacía que tuviera un
ambiente de libertad y de contacto con la naturaleza.
Otra de sus pasiones, era la agricultura de distintas variedades de
frutas y por ello es que -aunque también poco lo saben- fue el que trajo de
Brasil las primeras plantas de lichi y kiwi, que ahora disfrutamos en muchos de
los hogares mexicanos.
Lamentablemente don Pedro Hernández ya nos abandonó hace algunos años,
por lo que como nosotros tampoco hemos regresado al puerto de Tuxpan, ya no
tuvimos oportunidad de volverle a saludar.
Tal vez por ese cariño que le tuvo don Pedro al cultivo de frutas y
plantas extravagantes, es que ahora su hijo Roberto Hernández, mantiene parte
de su capital, en la empresa brasileña que produce medicamentos y suplementos
medicinales, vitaminas y otros similares y genéricos.
Así las cosas, en el baúl de los recuerdos, en el bello puerto de los
más hermosos atardeceres en todo el Golfo de México.