UNA INVITACIÓN PARA TODOS
UNA INVITACIÓN PARA TODOS
Pbro. Juan Beristain de los Santos
El evangelista San Lucas presenta, en el texto de la continuación de
las bienaventuranzas, la invitación permanente para todas las personas de hacer
valer en todo momento la caridad y el
bien antes que buscar que prevalezca
el odio y el rencor contra los demás: «Amen a sus enemigos, hagan el bien
a los que los odian» (6,27). Esta enseñanza será vigente en los campos
social, político, económico y cultural porque siempre se debe buscar el bien
común antes que los intereses personales para poder instaurar una sociedad en la que reine la justicia y la paz social.
Esta invitación es válida y vigente para los ciudadanos de todos los tiempos.
«Amar al enemigo y hacer el bien al que provoca el mal»
implica sobre todo el trabajo fundamental para el desarrollo humano. Se trata
concretamente de contribuir siempre a la dignificación de la persona humana, a
buscar su realización con responsabilidad y empeño; en resumen, todos debemos
defender la vida desde la concepción hasta el último momento de la existencia
humana. Hay que implementar la paz social
mediante la práctica continua de la justicia para los más desvalidos y
olvidados de México y Veracruz.
«Amar al enemigo y hacer el bien al que provoca el mal»
significa también buscar la promoción humana, para brindar a los pobres y marginados los medios justos hasta lograr
condiciones mejores de vida. Se trata, sobre todo, de mejorar las condiciones de vida para los hermanos indígenas,
los discriminados, los despojados y los olvidados para que vivan mejor en
nuestra patria, que es de todos. Nadie puede escudarse bajo ninguna razón para
dejar de ser solidario y fraterno con los que más sufren por las condiciones
estructurales de injusticia y pobreza.