VA GN A SEDENA; PREOCUPA SUPERPODER
VA GN A SEDENA; PREOCUPA SUPERPODER
José Luis Uribe Espinoza
Agencia
Reforma
Ciudad
de México 19 septiembre 2024.- La oficina de Naciones Unidas en México y
Amnistía Internacional llamaron ayer al Congreso a no aprobar la reforma en
materia de Guardia Nacional, sumándose a otras preocupaciones de organismos
civiles y expertos por el empoderamiento del Ejército en sus labores y en la
seguridad pública.
Morena
y sus aliados en la Cámara de Diputados se alistan para aprobar hoy la reforma
que traslada la Guardia Nacional a la Sedena, lo que reforzaría las tareas
castrenses en seguridad adicionándose a labores que realiza en aduanas,
construcción de obras, traslado de combustible y apoyo en tareas sociales.
La
reforma modifica 12 artículos de la Constitución para establecer que el
personal de la Guardia Nacional será de origen militar, aunque con formación
policial, y le otorga la facultad de investigar delitos bajo la conducción del
Ministerio Público.
La GN,
dice la iniciativa, estará integrada «por personal de origen militar y
marino con formación policial, dependiente de la Secretaría del ramo de Defensa
Nacional, para ejecutar la Estrategia Nacional de Seguridad Pública en el
ámbito de su competencia».
El
empoderamiento militar en la operación disminuye el peso de civiles y de
policías, alertaron organismos.
La
Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos
Humanos (ONU-DH) llamó al Congreso a no aprobar la reforma en materia de
Guardia Nacional.
Jesús
Peña Palacios, representante adjunto en México del Alto Comisionado, envió ayer
una solicitud a la Mesa Directiva y la Junta de Coordinación Política de la
Cámara de Diputados, para no concretar la reforma por los riesgos que implica
para los derechos civiles.
«En
lugar de profundizar un enfoque de predominio de las Fuerzas Armadas en las
labores de seguridad pública, (pedimos que se) reoriente la discusión
legislativa para colocar en el centro la priorización del paradigma civil en
este ámbito», indica el escrito.
«Es
preciso garantizar que la Guardia Nacional sea una institución civil, bajo el
mando y control de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana; que las y
los integrantes de la Guardia Nacional sigan estando sujetos al fuero civil;
que sean exclusivamente instituciones civiles las que investiguen los delitos,
y que ninguna autoridad militar pueda ejercer funciones mayores a los que
guardan estricta conexión con la disciplina militar», destaca.
Amnistía
Internacional consideró, por su parte, que si bien la iniciativa busca ser una
respuesta al debilitamiento de las policías civiles, su remplazo por las
Fuerzas Armadas no es la solución.
«La
Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) ha establecido que los
Estados deben siempre limitar al máximo el uso de las fuerzas armadas en temas
ajenos a conflictos armados. Amnistía considera que la iniciativa es contraria
a las obligaciones internacionales en materia de derechos humanos que ha
adquirido «Llamamos a no aprobar la iniciativa y abandonar el enfoque
militarizado de la seguridad pública en México», manifestó la agrupación.