Veracruz 2015 = Continuidad.
Martín Quitano Martínez.
Nunca será tarde para buscar un mundo mejor y más nuevo, si en el empeño ponemos coraje y esperanza.
Alfred Tennyson (1809-1892) Poeta inglés.
La elección federal del 2015 en Veracruz es la victoria de la continuidad, es la reinvención de los caraduras, es el triunfo de “la operación” frente a la desaprobación de un ejercicio de gobierno altamente cuestionable y es también el triunfo del valemadrismo ciudadano, el que después de emitir reclamos soterrados, críticas cotidianas, se aleja o refrenda la permanencia del status quo que al parecer tanto desprecia.
La elección de las prácticas viejas que acompañan a los que tienen la experiencia de engañar y de mentir ha dado sus frutos, La cobertura de la impunidad y la derrota de las esperanzas cifradas en lo que hagan otros, junto con altos niveles de abstención de casi el 60% presagiaban la oportunidad de que se impusiera la maquinaria que sabe cómo hacerlo y así sucedió.
Salvo nichos duros de opinión opositora donde se logran triunfos, el partido gobernante en la entidad logro quebrar lo que se anunciaba como la gran derrota de esos sobre los que caen los anatemas más conspicuos pero no fue así; un amplio sector de los que sí fueron a votar prefirieron entregarle su voto, por cualquier forma o precio, a quienes tienen postradas las finanzas estatales, a quienes han hecho de los comportamientos políticos y administrativos ruines los mejores ejercicios de su vida cotidiana, demostrando la cabal salud de la impudicia política.
El panorama general era cuestionable con un conjunto de partidos que poco o nada ayudaron para construir la participación electoral, fuera de algunos candidatos que en lo individual refrescaban los escenarios electivos, los partidos políticos jugaron a lo de siempre, sin ideas, sin propuestas, sin capacidad de convocatoria. La lejanía entre la sociedad y los referentes partidarios de nuevo fue muy clara.
En el Veracruz de las noticias escabrosas, de periodistas asesinados, de violencia en aumento, de crisis financiera, de opacidad sin límites, de incapacidades manifiestas e intolerancias evidentes, se impuso el desdén social para con el proceso electivo, de sectores corporativizados que le apuestan a sus intereses de grupo, de grupos sociales flagelados por la pobreza y la manipulación presas de las tradicionales formas de hacer la política de la experiencia.
La victoria priista es la derrota de un momento que debía saldar cuentas, es la realidad de no tener aún la fuerza para impulsar un proyecto alternativo a las malas mañas, estamos frente a la manifestación del desaliento y la grotesca utilización de recursos económicos y de maniobreo de una situación complicada en la que vivimos y que al final les fue benéfico a los de siempre.
El apartado electoral, por hoy se ha perdido, pero no lo es todo. Los quehaceres que se demandan para edificar alternativas nunca deberán ser abandonados, la vida social y pública demanda estar luchando permanentemente para que estos que ahora están entiendan que no tienen cheques en blanco, el hartazgo por lo que sucede y que es real debe manifestarse en mucho más que una jornada electoral.
Mientras los tiempos llegan, es obligado mantener la esperanza, cuestionar, enfrentar y luchar contra la corruptela diaria, la ineficiencia, el cinismo y los destrozos que a las mayorías nos tocan, generar una verdadera conciencia ciudadana, critica, democrática, deben de ser puntos primordiales de nuestra agenda social.
DE LA BITÁCORA DE LA TÍA QUETA
La violencia crea más problemas sociales que los que resuelve.
Martin Luther King (1929-1968)