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Veracruz, el coronavirus fuera de control

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Veracruz, el coronavirus fuera de control

Por Edgar Hernández*

 

¡Mil 189 decesos y siete mil 403 casos confirmados son el rostro de la pandemia!

La ineptitud de las autoridades sanitarias encabezadas por el titular del Salud, Roberto Ramos Alor, sumada al “¡Todo está bajo control!” del gobernador de los desatinos, Cuitláhuac García Jiménez, dispararon la pandemia por Covid-19.

Hoy la población está diezmada, tiene miedo.

Al menos cien municipios –prácticamente el 50 por ciento del territorio veracruzano- registran defunciones, el resto está infectado, de acuerdo a datos proporcionados por las autoridades de salud.

En total van 7 mil 400 casos de contagio confirmados sin contar los infectados que mueren en sus domicilios de los cuales no hay registro.

El temor de las familias va en aumento.

Y mientras en la zona centro, la llamada de las Altas Montañas, en Orizaba se reporta que se han cuadriplicado los casos de Covid, en el sur, en Coatzacoalcos, segundo municipio con mayor número de muertes (165 fallecidos), el virus tiene aterrorizada a las familias que viven en total aislamiento.

Xalapa, que presumió cero contagios por meses, se colocó intempestivamente en tercer lugar con 28 muertes y 200 casos y Veracruz-Boca del Río se convirtió en el corredor de la muerte con 2 mil 158 y 290 casos confirmados, respectivamente.

Córdoba 271 casos, Orizaba 204 Coatzacoalcos 735, Minatitlán 332, Poza Rica 501… y Laguna Verde salió de control sanitario.

Ello en tanto que en la zona de la Huasteca considerada libre de contagio, se declaró en alerta máxima por la presencia confirmada de 165 casos y el deceso de tres personas y Martínez de la Torre, prácticamente cerró sus pueblos ante el incremento del contagio, ya por lo pronto adelantó el cierre del ciclo escolar.

Son cifras que se mueven imparables día tras día.

Covid no perdona edad, sexo o condición social. En el territorio veracruzano 62 menores de edad entre cero y 17 años se reportan contagiados; ya murieron cuatro, mientras Ramos Alor, un día sí y el otro también, solo se remite a regañar a la población con explicaciones pueblerinas que mueven al enojo.

¿Qué pasa en Veracruz?

Pues nada, que la pandemia está fuera de control.

Ya desde los primeros días de marzo en que a nivel mundial se dio la voz de alerta por la entrada del Covid-19 a México, y consecuentemente a Veracruz, el gobernador declaraba de manera categórica, que no había registro alguno de coronavirus; “no hay ningún caso confirmado”.

Al paso de los días y ante la confusión de alertas, las primeras cifras y la línea federal del “Hay que abrazarse, no pasa nada”, las autoridades estatales se confiaron.

Sin embargo, tras el primer muerto y 118 confirmados en la ciudad de México y el “No dejen de salir… sigan llevando a su familia a comer”, se dio un aviso de parte de Cuitláhuac García en el sentido de que “nos estamos preparando para combatir la pandemia”.

Ya para el 14 de abril daba el banderazo a 11 ambulancias para atender la contingencia mismas que presumió estaban equipadas con equipo de respiración. Lo que no dijo fue que para la adquisición hubo moche de por medio.

Otros desatinos se sumaron como cuando propuso a la población “ir a la playa de 100 en 100 para que no les dé coronavirus”, mientras todos los destinos de mar del país eran cerrados con auxilio de la fuerza pública.

Y para el 20 de mayo en una cantinflesca explicación destacaba que un organismo denominado “Comité Técnico Estatal de Salud” había determinado “Aplanar la curva ¡Ahora!” ya que en los últimos 15 días “la curva se ha venido recostando cada vez más”.

El número de fallecidos, sin embargo, siguió en aumento y para este 19 de junio los registros, reconocidos por las autoridades, arrojan mil 189 decesos y siete mil 403 casos confirmados.

La pandemia en Veracruz es estadística.

Ya mismo, si a nivel república México está colocado en tercer lugar por su alta tasa de letalidad –solo por debajo de Italia e Inglaterra- de acuerdo a la Universidad John Hopkins, Veracruz no se mueve de la sexta posición por la misma razón.

Sin embargo, pareciera que en Veracruz la muerte nos pela los dientes.

Tiempo al tiempo. 

 

*Premio Nacional de Periodismo