Veracruz, sostenido con alfileres
Veracruz, sostenido con alfileres
Por Aurelio Contreras Moreno
Agobiados y de alguna manera distraídos por los efectos
de la pandemia de la covid-19, se ha llegado a perder de vista que la violencia
no cesa y, por el contrario, va a la alza en todo el territorio nacional.
Veracruz, por supuesto, no es la excepción.
El artero asesinato la mañana de este lunes de Guadalupe
Martínez Aguilar, rectora de una universidad privada de la capital veracruzana,
provocó una enorme indignación que sacó de su marasmo pandémico a la comunidad
de la ciudad e incluso a la de este estado, cuyo gobierno está más ocupado por
hacer jugosos negocios con la obra pública –porque los “ahorros” del “combate a
la corrupción” son enviados íntegros al Altiplano- que por atender la más relevante
de sus responsabilidades, que es preservar la seguridad de los gobernados.
Muestra de que no hay cabeza que dirija a la entidad fue
la reacción de las autoridades estatales, insensibles a la tragedia que azota
por varios frentes a la población, ensimismadas y encerradas en una frágil
burbuja desde la que sostienen construcciones de la realidad que nadie les
cree.
Habían pasado unas tres horas del brutal asesinato de la
rectora cuando al secretario de Gobierno, Eric Patrocinio Cisneros Burgos –que
es quien da las órdenes en Veracruz, pues el titular formal del Ejecutivo es,
literalmente, un cero a la izquierda- se le ocurrió publicar en sus redes
sociales que “con el apoyo de fuerzas armadas, el @GobiernoVer que encabeza @CuitlahuacGJ está disminuyendo los índices delictivos en la entidad”.
Tal absurdo –que además representa un escupitajo en la
cara de las víctimas y sus familiares- cae por su propio peso. Tan solo este
fin de semana, de acuerdo con reportes periodísticos, fueron asesinadas otras
cinco mujeres en territorio veracruzano. Y solo por hablar de mujeres. Porque
los homicidios se multiplican a lo largo de la entidad indistintamente del
género de las personas victimadas.
Así lo indican las mismas cifras del Secretariado
Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, que establecen que entre
enero y mayo del nefasto 2020 se han abierto 863 carpetas de investigación por
homicidios en el estado de Veracruz.
Se trata no de especulaciones, sino de los números
oficiales proporcionados al Sistema Nacional de Seguridad Pública por el propio
gobierno veracruzano, que como sabemos comenzó a “maquillar” las cifras de la
violencia desde que tomó por asalto la Fiscalía General del Estado el pasado
mes de septiembre de 2019. ¿Cuáles serán los números reales de la violencia en
Veracruz? Solo ellos los conocen. La opacidad es la norma. Como también lo es evadir
sus responsabilidades.
Lo que no es un secreto es que Veracruz se sostiene con
alfileres mientras soporta el gigantesco lastre de la improvisación, la
indolencia, la ambición y una burda y sostenida corrupción de los que juraban
ser “diferentes” a sus antecesores.
Y ahora hasta alianzas electorales van a hacer con ellos.
Cierre de negocios
El anuncio del cierre de negocios que por varias razones
se volvieron emblemáticos de la capital veracruzana, así como particularmente
entrañables para muchos de sus habitantes, duele indudablemente. No solo por
las experiencias, emociones y vivencias compartidas, sino por lo que
representan en cuanto a la pérdida de fuentes de trabajo que a ninguna
autoridad le importó un carajo ayudar a conservar.
Para Ernesto Aguilar Yarmuch y José Rangel, mi aprecio y
solidaridad en tiempos oscuros.
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter:
@yeyocontreras