Pues resulta que ya nos alcanzó el VERANO y realmente no sentimos como entró, sin tocar la puerta. Ahora que los días son más largos que las noches, hemos de disfrutar los calores correspondientes. En el hemisferio Sur, es decir, de la línea del Ecuador Pa´bajo, el Invierno ya hizo su aparición.
El Verano Boreal, es el que ocurre en el hemisferio norte. El vocablo boreal, viene del latín borealis, y éste a su vez del griego Boreas, que era la representación mitológica del viento del norte.
El Verano Austral, es el que ocurre en el hemisferio sur, por consiguiente, el vocablo austral, viene del latín australis y comprende todo lo relativo al sur.
El vocablo solsticio, viene del latín solstitium, de sol y statum, que literalmente quiere decir, “cuando el sol se detiene”, o sea, el solsticio boreal (solsticio de verano), es el que ocurre en el hemisferio norte, y se presenta el 21 de junio. El solsticio austral, es el que ocurre en el hemisferio sur y se presenta el 21 de diciembre.
Los romanos, únicamente contaban dos estaciones, una larga y una corta. La larga (la que hoy conocemos como primavera, verano y otoño), le llamaban ver, veris, palabra que dio origen a nuestro Verano, y el inicio de esta estación, le llamaron primo vere, o sea primer verano, que se transformó en primavera. La corta le llamaban hibernum tempus, o sea el invierno.
Verano o invierno, el tiempo con pasos agigantados, continúa su marcha. Y como dicen los que saben, “Dios inventó el tiempo y nosotros la prisa”, y Totó, el de Misantla, replicó, “no hay asunto urgente, hay pendejos en apuros”.
¡Ánimo ingao…!
Con el respeto de siempre Julio Contreras Díaz.
