Viejas fórmulas nuevas derrotas
Por Pedro Peñaloza
“Locura es hacer lo mismo una y otra vez
esperando obtener resultados diferentes”.
Albert Einstein
La violencia expansiva que se vive en México exhibe
grandes zonas y regiones tomadas por diversos grupos delictivos. Este fenómeno
no es novedoso y sólo refleja la ausencia de una Política Criminológica
distinta a la que practicaron los anteriores gobiernos. En efecto, el
lopezobradorismo no ha modificado sustancialmente las acciones contra las
violencias y la criminalidad. El superficial lema de “abrazos no balazos”
únicamente ha sido un camuflaje para tratar de ocultar la incompetencia oficial
y, en algunos casos, la complicidad y permisividad con el narcotráfico.
Ejemplos sobran y existe una geografía nacional que dibuja pactos tácitos o
explícitos, entre Morena y los grupos de la delincuencia organizada. Basta una
exploración analítica de las entidades que ganó el partido oficial.
En esta perspectiva, las propuestas que ha llevado
AMLO a los nuevos gobiernos estatales corrobora la elemental y repetitiva
fórmula del binomio delito-represión. El presidente ha ofrecido más presencia
militar y algunas aspirinas sociales, pero lo central ha sido la ayuda
reactiva. Es decir, en esencia se está respondiendo igual a lo que hicieron
Calderón y Peña ante el aumento de las violencias y, especialmente, de los
homicidios dolosos, a saber: más militares, más marinos y, ahora, más guardias
nacionales. Nada nuevo.
La consigna de “abrazos no balazos” es una coartada
para diferenciarse de sus antecesores, pero no contiene un paradigma
cualitativamente distinto. Ahora, a tres años de su triunfo electoral, la
realidad es más necia que las frases efectistas. Y los nuevos gobernadores
aplauden a rabiar. Aunque la mala noticia, para quienes creen que estos
movimientos militaristas disminuyen las muertes y las confrontaciones, son las
evidencias históricas y científicas que corroboran que las políticas punitivas
por sí solas no resuelven problemas que tienen orígenes estructurales. Y las
políticas sociales del gobierno son simples cataplasmas que trasgeneralizan la
pobreza y la desigualdad. Ahí están los datos del Coneval y los diversos
estudios académicos.
Ahora, la fiebre castrense ha llegado al extremo de
nombrar siete militares activos o en retiro en los ocho nuevos gobiernos
estatales morenistas como secretarios de seguridad pública, todos con el visto
bueno de AMLO y los titulares de la Defensa y Marina, lo cual es una simple
tontería producto de la desesperación y el penoso ejemplo del gobierno federal.
Así que, lamentablemente, la perspectiva de la inseguridad y las violencias en
el país no tendrán modificaciones importantes, al contrario, puede agudizarse
el panorama. Repetir viejas fórmulas representa un cambio simulado y cosmético
Sí, en síntesis, una farsa.
pedropenaloza@yahoo.com/Twitter:@pedro_penaloz