Violencia económica, patrimonial y fiscal en mujeres
Violencia económica, patrimonial y fiscal en mujeres
Por Brenda Caballero
Hace unos días tuve la oportunidad de
escuchar el Foro de Mujeres “Participación de la mujer en la defensa fiscal y
su impacto en el entorno social” que realizó la Procuraduría de la defensa del
Contribuyente (Prodecon).
Fue un grato sabor de boca ver a las
delegadas de diversos estados de la República Mexicana pronunciarse sobre la
defensa de los derechos humanos en materia tributaria, además de diversos criterios jurisdiccionales que han
aplicado en sus estados en materia de devoluciones de impuestos, de
infracciones, de cancelación de sellos digitales, de Empresa que Deduce
Operaciones Simuladas (EDOS) y de Empresa que Factura Operaciones Simuladas
(EFOS).
Antes de continuar escribiendo, le
comento que la Prodecon es un organismo público descentralizado, autónomo,
especializado en materia tributaria, que proporciona de forma gratuita, ágil y
sencilla servicios de orientación, asesoría, consulta, representación y defensa
legal, investigación, recepción y trámite de quejas y reclamaciones contra
actos u omisiones de las autoridades fiscales federales que vulneren los
derechos de los contribuyentes, así como de acuerdos conclusivos como un medio
alternativo para resolver de forma anticipada y consensuada los diferendos que
durante el ejercicio de las facultades de comprobación, surjan entre las
autoridades fiscales y los contribuyentes, o bien, para regularizar la
situación fiscal de estos últimos.
Si bien las participaciones de las
delegadas fue interesante, es destacable la intervención de la doctora Martha
Elba Dávila Pérez, Secretaria de Acuerdos
de la Sala Regional del Centro en el Tribunal Federal de Justicia
Administrativa, donde habló de algunos casos de éxito en la procuración de
justicia fiscal con perspectiva de género.
La delegada de Colima Ferlia Adame
Jacobo Oceguera refirió un caso de violencia económica o patrimonial de género,
donde una mujer acudió a la delegación de Prodecon ante el riesgo de perder el
inmueble donde vivía con sus hijos. Esto, derivado de que su esposo tenía
diversos créditos fiscales los cuales no había pagado al SAT ni dio a conocer a
su esposa. El señor fallece, y ella al tener total dependencia de él y no tener
la posibilidad de involucrarse en la actividad financiera y patrimonial,
desconoce totalmente que su casa ya estaba embargada y adjudicada por el SAT.
En Prodecon la apoyaron interponiendo juicio de nulidad, logrando una sentencia
favorable y la mujer y sus hijos pudieron recuperar la casa donde vivían y
además la eliminación de los créditos que afectaban a su patrimonio.
Prodecon refiere que también tiene
registros en su poder de violencia económica o patrimonial de género, donde las
contribuyentes prestaron sus datos fiscales a sus cónyuges para que a su
nombre, aperturaran un negocio y lo administraran totalmente, desconociendo
ellas por completo lo realizado por sus parejas.
Al respecto, Dávila Pérez identifica
otros tipos de violencia patrimonial:
1.- Identificar la inasistencia
alimentaria como una forma de violencia económica.
2.- El desamparo económico en el que
quedan las mujeres y sus hijos cuando concluye la relación de pareja.
3.- El daño o sustracción de bienes
de la mujer o de bienes conjuntos.
4.- La violencia económica social que
ejercen algunos cárteles o policías donde extorsionan a las mujeres con pequeños
negocios propios a cambio de protección.
5.- Diferencias salariales de las
mujeres respecto a las de los hombres por la realización del mismo trabajo.
Asimismo, la doctora habla de las
deducciones personales y pone como ejemplo las colegiaturas, donde no son
deducibles las guarderías, indispensable para que una mujer pueda trabajar.
Habla también de que las mujeres pagamos más impuestos al estar gravadas las
toallas femeninas y que hay una iniciativa para destaxarlas como ha sucedido en
Colombia o La Unión Europea. En el caso de champús o cremas para rasurar, los
usados por mujeres tienen un costo más elevado y aunque estamos acostumbradas a
pagarlo, no es normal, ya que lo hacen por considerarnos más consumidoras.
Otro de los casos ganados por Prodecon
Colima es respecto a la negación que hizo el SAT de los gastos por fecundación
in vitro, por considerar que no reunía los requisitos para ser deducible, por
no ser estrictamente indispensable, porque no tratan ninguna enfermedad o
padecimiento; sin embargo, con juicio de nulidad, la contribuyente obtuvo
sentencia favorable. También tienen un caso similar de preservación de células
madre, aunque aún está pendiente de resolución por parte del Tribunal Federal
de Justicia Administrativa.