VIOLENCIA, UNA ESTAMPA DE FIN DE SEXENIO
VIOLENCIA, UNA ESTAMPA DE FIN DE SEXENIO
Por Aurelio Contreras Moreno
La imagen de la pistola apuntando a la cabeza
del candidato de PRI-PAN-PRD a la alcaldía de Coyuca de Benítez, Guerrero, José
Alfredo Cabrera, asesinado a balazos momento antes de iniciar su cierre de
campaña el miércoles pasado, se quedará como muestra indeleble de lo que ha
sido el sexenio obradorista.
Y no ha sido otra cosa que una espiral
ascendiente de violencia, en la que toda la población está completamente
indefensa ante los criminales. Baste decir que José Alfredo Cabrera contaba con
protección federal, pues sufrió otro atentado en 2023, y el miércoles lo
asesinaron a mansalva, en las narices de los elementos de la Guardia Nacional
que lo “cuidaban” y que, eso sí, ejecutaron de inmediato al sujeto que jaló el
gatillo y éste ya no pudo señalar a los que lo mandaron a cometer el crimen.
Muy convenientemente.
Este asesinato rubricó el saldo rojo sangre de
las campañas políticas más violentas de la historia: 56 actores políticos,
incluyendo 32 aspirantes o candidatos a puestos de elección popular, de acuerdo
con Causa en Común, fueron ejecutados durante el proceso electoral entre junio
de 2023 y mayo de 2024, mismo que aún no concluye y que todavía podría sumar
muertos de aquí a la jornada del 2 de junio.
Y no es cuestión de fatalismo. Así lo marcan
los sistemáticos hechos de violencia política que han oscurecido esta etapa de
proselitismo: entre 2018 y 2024 se elevó en 96 por ciento la violencia político
electoral, pasando de 382 casos en la anterior elección presidencial a 749 en
la actual. Un incremento que debería poner los pelos de punta a todos en el
sistema político mexicano, porque en realidad nadie está exento.
En este proceso de campañas han asesinado lo
mismo a morenistas que priistas, panistas, emecistas, petistas, perredistas y
verdes. En ninguna adscripción partidista se han salvado de ser víctimas de una
violencia incontenible, muy en sintonía con la tragedia que vivimos los
ciudadanos mexicanos en todo el país.
Esta situación no pasa desapercibida a nivel
internacional, para vergüenza del país y mayor descrédito del gobierno más
indolente e incapaz –¿o más bien cómplice?- de la historia, cuyo presidente, Andrés
Manuel López Obrador, con total descaro, cinismo y falta de… empatía, se atreve
a decir que la violencia no es tan grave, que es aislada y se circunscribe a
ciertas regiones. Y peor aún, que visibilizarla y denunciarla tiene por
objetivo atacarlo a él, la única y gran víctima nacional.
La Misión de Observación Internacional de
Transparencia Electoral, integrada por 45 expertos de 19 nacionalidades y
encabeza por el ex secretario general de la Organización de Estados Americanos,
José Miguel Insulza, manifestó el mismo miércoles su preocupación por la
violencia política que envuelve a la elección en México.
“A todos nos preocupa la ola de
violencia política que ha ocurrido en este país durante
las elecciones. Y esto es más un llamado a investigar los hechos y tomar
medidas para que este tipo de asuntos no empañen las elecciones y
no le causen daño a la democracia”, señaló Insulza.
Y agregó que “otra cosa que nos preocupa es que
se recurre a la desinformación, ya sea la desinformación respecto de cosas
graves o negativas que llegaran a ocurrir, ya sea desinformación en términos de
resultados adelantados que no corresponden a la realidad”.
La violencia que azota al país es
responsabilidad del Estado, como decían antiguamente en sus arengas quienes hoy
juran que no es culpa del Estado, porque el Estado –deliran- son ellos. Y los
asesinatos del proceso electoral que culmina son la justa estampa del fin de
este sexenio.
Los que
no son iguales
Rocío Nahle “se abstuvo de manifestar en sus
Declaraciones Patrimoniales Anuales y de Conclusión la totalidad de Bienes
Adquiridos por su Cónyuge y demás dependientes económicos directos”, dice el
oficio de la Secretaría de la Función Pública en el cual informa el inicio de
la investigación contra la ex secretaria de Energía.
La puntilla a un desastre.
Email: aureliocontreras@gmail.com
X: @yeyocontreras