VIVIMOS EL PROCESO MIGRATORIO MÁS TENSO DE LA HISTORIA
VIVIMOS EL PROCESO MIGRATORIO MÁS TENSO DE LA HISTORIA
· Miguel
Armando López Leyva, Mario Luis Fuentes Alcalá y Tonatiuh Guillén López
comentaron sobre Las fronteras de México: coyuntura de movilidades humanas y
dilemas del desarrollo
Ciudad
Universitaria, CDMX, 14 mayo 2025.- La Universidad es un espacio único, es la
“reserva ética” para pensar las incertidumbres, confusiones, tensiones, crisis
múltiples y los desafíos que enfrentamos, sostuvo el coordinador del proyecto
La UNAM en las fronteras de México, Mario Luis Fuentes Alcalá, durante el
Encuentro Nacional “La investigación social, migración y las fronteras de
México.
“Como
parte de sus funciones sustantivas debe hacer más visible su incidencia social
ante la pobreza, la desigualdad, la marginación, la exclusión, la
vulnerabilidad”, resaltó el también vicepresidente del Patronato Universitario,
ante el coordinador de Humanidades, Miguel Armando López Leyva; y el
investigador del Programa Universitario de Estudios del Desarrollo (PUED) de la
UNAM, Tonatiuh Guillén López.
El
universitario consideró que hay que fortalecer las acciones de esta casa de
estudios en torno al tema, como las redes de trabajo inter y
transdisciplinario, y colaborar más con las instituciones de educación superior
de las entidades y de las fronteras.
El
investigador del PUED y titular de la Cátedra Extraordinaria Trata de Personas
de la UNAM, detalló que de cara al problema de desarrollo, hoy más que nunca,
resulta fundamental poner en el centro el papel estratégico de la universidad
pública.
“Ante
los dilemas, la incertidumbre, la confusión, esas instituciones deben hacer
visible que somos conciencia crítica y plural, pero también compromiso ético
frente a los grandes dilemas de nuestro tiempo”, indicó en la plenaria 1
titulada Las fronteras de México: coyuntura de movilidades humanas y dilemas
del desarrollo.
En
esta tercera década del siglo, dijo, hay que centrar el papel que les
corresponde como centros de producción de conocimiento y en la construcción de
un país más democrático, recalcó el también docente en las facultades de
Ciencias Políticas y Sociales, y de Economía.
Al
referirse al encuentro detalló que esta actividad académica busca enfrentar la
incertidumbre, el escepticismo, los problemas, sin renunciar a la posibilidad
de edificar un diálogo plural, riguroso y humanista en torno a las migraciones
y los desplazamientos, detalló.
La
presencia de más de 100 investigadoras e investigadores en 24 mesas fue posible
gracias al apoyo de diferentes instancias de la UNAM y con la participación de
empresarios, funcionarios y organizaciones civiles.
En
este contexto señaló que las fronteras y los desplazamientos también deben ser
motivo para fortalecer nuestro reclamo de que nuestro país reconozca el
compromiso de que todos los sujetos en el territorio son portadores de derechos
que implican historias y dignidades.
Al
moderar la Plenaria, Miguel Armando López refirió que en el amplio abanico de
discusión sobre las fronteras, que no es nuevo, la Agenda 2030 reconoce la
participación positiva de las personas migrantes en el desarrollo sostenible y
en el crecimiento y, al menos, desde hace 20 años, la Asamblea General de las
Naciones Unidas ha promovido espacios para la migración y el desarrollo.
Impactará
todo
Estamos
ante el proceso migratorio más tenso de la historia; la dureza de lo que se
está viviendo, marcada sobre todo por el gobierno de Donald Trump, se muestra
en un largo listado de cómo se impide a las personas el ejercicio de sus
derechos, por ejemplo la militarización de la frontera entre México y el vecino
del norte, expresó Tonatiuh Guillén López.
Alertó
sobre el peligro de convertir a las personas migrantes y refugiados (niños,
niñas, adolescentes, etcétera) en “invasores”, porque a partir de ello “se
violenta cualquier cosa, ya no hay marco jurídico”.
Refirió
el temor, miedo, situaciones críticas para las poblaciones, comunidades y
familias, en especial las que están en la Unión Americana, con amenazas de
deportaciones masivas o iniciativas como pagarles el avión y darles mil dólares
para que dejen el territorio estadounidense.
Estamos
en una nueva época que va a impactar todo: las movilidades humanas, sus
dimensiones o dirección, la composición social, etcétera; y debemos
preguntarnos qué va a pasar con los espacios de origen, los que obligaron a las
personas a salir; por ejemplo, las que fueron desplazadas por la violencia y
que se quedaron sin un lugar alternativo ¿van a regresar a sus lugares o van a
buscar otros? “Son grandes preguntas de la coyuntura”.
Además,
manifestó, las políticas de Estado tienden a articularse con rapidez; “lo que
hacen Estados Unidos y México ¿avanza hacia un sistema compartido, común, de
exclusiones? ¿Cuál es el margen de acción que ahí tiene nuestro país? O
¿simplemente nos convertimos en un sistema de contención?
Otro
asunto preocupante es que lo que eran leyes especializadas en migración o
refugio, de repente el Estado norteamericano las omite y utiliza otro marco
jurídico, pero que también impacta sobre las personas migrantes y refugiadas,
como cuando se les llama terroristas. “Esa es la coyuntura en la que estamos y
es extremadamente preocupante”.
FUENTE: UNAM