Y DIOGENES DIJO QUE NACHO SI…
Y DIOGENES DIJO QUE NACHO SI…
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Por
años, Coatepec no ha tenido la fortaleza y el coraje de decidir qué mujer u
hombre velará por el destino venidero de éste municipio y sus congragaciones.
La historia local registra que fue el partido político oficial (PRI) quien, por
años, apoyaba la decisión tomada siempre por el gobernador en turno, para
designar al “candidato de unidad” a la presidencia municipal. Fue hasta el año
2000, cuando debido al efecto “Fox” y a la popularidad del PAN, donde la
designación de dicho partido “seleccionó” al hombre idóneo que todos recordamos
por gobernar y administrar de forma diferente al tradicionalismo caduco.
En aquellos tiempos
inolvidables del sistema político oficial, eso del apoyo incondicional de los
tres sectores (obrero, campesino y popular) era parte del viejo ritual, así
como todo aquello de la instalación de casillas, la votación ciudadana y el
recuento de los sufragios para declarar triunfante al “candidato”. Lo cierto es
que en estos procesos el pueblo nunca fue tomado en cuenta, mucho menos consultado
o escuchado. De allí, el montón de fracasos seguidos por parte de la gran
mayoría de munícipes, quienes nunca verdaderamente contaron con el apoyo
ciudadano. Aunque suene trillado, la inexperiencia y la corrupción imperaban en
todos los órdenes.
Desde años atrás al mes
de junio de 2018, la política y los políticos se enfrentan a una ciudadanía
diferente. Quizá muchos se noten apáticos o desinteresados por no creer más en
los partidos políticos y en los candidatos que nadie conoce; pero debido a las
redes sociales, todos están súper informados, por ello comentan y difunden
hasta las cosas más privadas o íntimas de los candidatos a la silla municipal,
intuyendo casi siempre que eso de “venir a servir” es puro cuento chino. Y es
que la realidad histórica ha demostrado que muchos de ellos (los munícipes)
sólo se han servido del cargo, como ha sucedido, aquí y allá, hasta ahora.
Para este próximo
cuatrienio municipal, ya tenemos a los precandidatos a administrar los recursos
económicos y diseñar el programa de obras materiales para beneficio de los
coatepecanos. Las aspiraciones son legítimas en cada una de las personas y es
casi seguro que tienen las mejores intenciones para este municipio que demanda
más atención en todos sus rubros, pero sobretodo, el de estar siempre en
contacto directo con los hombres, mujeres, niños, adultos mayores, a fin de que
unidos, se trabaje juntos y en santa paz por ese Coatepec que soñamos todos.
Recordemos que los sueños pueden convertirse en realidad si se quiere, pero siempre
hace falta un líder nato.
Todo esto anterior se
lograría si apareciera un buen precandidato nacido, vivido y surgido del
pueblo. Persona de vida personal y familiar intachable, así como congruente en
sus actos y palabras. Conocedor profesional de lo que verdaderamente significa
gobernar para todos por igual. Con conocimiento y experiencia en todas y cada
una de las cuestiones administrativas de gobierno municipal. Que tenga carisma
y don de gente, y que sepa reconocer sus fallas y errores. Que se le note la
pasión por servir durante todos los instantes de su mandato. Que tenga ese don
de mando y esa chispa que irradie confianza plena. En el caso de que sus
síndicos y regidores le pongan trabas en el camino, pida sin pena el apoyo del
pueblo que lo eligió. Disciplinado, talentoso, honesto y trabajador incansable,
pero sobretodo honrado y sin compromisos con su partido o con la gente de
arriba que gobierna, que muchas de las veces invitan a la corrupción desmedida.
Difícil tarea más no
imposible, será encontrar a esa mujer u hombre que con este cúmulo de
características pueda gobernar Coatepec. En los viejos tiempos de la verdadera
política entre los griegos se pedía el auxilio de Diógenes y su lámpara para
hallar todo eso que sonaba imposible para mantener la concordia en ese imperio.
Es casi seguro que Diógenes pasó ya por estas tierras coatepecanas. Creo
firmemente que ya se inclinó por el más capaz y se llama NACHO LUNA, él de
Campo Viejo.