¿Y el cerro desgajado, alcalde?
Desde el 6 de septiembre pasado -ya han
transcurrido tres meses- comentamos en este mismo espacio de la Bitácora
Política veracruzana, que como remanente de los estragos causados por las
intensas lluvias del huracán Grace en la capital del estado, se desprendió una
parte del cerro en donde se encuentra construida una nueva sección de
residencias en el fraccionamiento Lucas Martín.
Luego de que se informó en las redes
sociales, el mismísimo alcalde de Xalapa, Peter Hipólito Rodríguez Herrero se
presentó para constatar los daños y tomarse la foto para los medios de
comunicación.
Cuando se le cuestionó ¿Qué medidas se
iban a tomar para atender el problema del desgajamiento del cerro, que
afortunadamente no causó víctimas mortales como ocurrió unos kilómetros más
abajo del río Sedeño?
Hipólito Rodríguez respondió: que se
iba a “llamar a cuentas” a los constructores de ese fraccionamiento.
Pero transcurrieron los días y los
meses y nunca más se volvió a tratar el asunto.
Cuando que a los primeros que se debió
“llamar a cuentas” es a los funcionarios que autorizaron y dieron los permisos
para construir con una serie de irregularidades.
Porque, además, no solo son los
funcionarios municipales los responsables, sino también las autoridades del
Medio Ambiente, que permitieron que se derribaran y talaran enormes árboles
centenarios que estaban en ese lugar. También se debió llamar a cuentas a la
Comisión Nacional del Agua, porque no se debió permitir edificar viviendas en
un cerro a la orilla del río.
Seguramente que el llamado a cuentas
-más bien cuentos chinos- se debió de hacer con un ábaco, porque para no
variar, nunca hicieron nada.
Desde que se comenzó a construir en esa
sección de Lucas Martín, sobre el cerro, los vecinos estuvieron advirtiendo que
se estaban derribando enormes árboles, -de más de diez metros de altura y
cientos de años- para edificar las viviendas, lo que con la desforestación
propiciaría el deslave, como finalmente ocurrió.
Se derribaron todos los enormes árboles,
de liquidámbar y pinos, para construir una enorme plancha de concreto, con
medio centenar de viviendas y una calle que está tan empinada que no pueden
subir los autos por ella.
En ese entonces, ante los
cuestionamientos de los vecinos, de cómo era posible que se estuviera llevando
a cabo esa desforestación primero y luego de la construcción de residencias en
un cerro, la respuesta de las autoridades fue: “tenían permiso para construir y
no se podía hacer nada”.
Para tirarle la bolita de la
responsabilidad municipal de las direcciones de Desarrollo Urbano y de
Protección Civil el peor alcalde que ha tenido la ciudad de Xalapa, declaró en
ese entonces que, en este requerimiento a los constructores, también
participarán las Comisiones Nacional de Agua (Conagua), de Agua del Estado de
Veracruz (CAEV) y Municipal de Agua y Saneamiento (CMAS), al estar involucrado
un cuerpo de agua entre las afectaciones, porque la tierra tapó parte del cauce
del río.
“Cuando hay cuerpos de agua entran en
juego autoridades de orden federal y a nosotros nos toca que se vigilen las
condicionantes a la empresa, que propuso aquí acondicionar, aparentemente no
cumplió”.
Lo malo es que, a más de tres meses de
ocurrido el desgajamiento, ni siquiera una cuadrilla de trabajadores ha mandado
el todavía -ya falta menos- alcalde de Xalapa, para retirar los escombros de
tierra que taparon el camino del andador del llamado Parque Lineal por la
orilla del río.
El peligro de una desgracia mayor sigue
latente, porque las viviendas que están en la parte superior del cerro, están
ya a unos cuantos metros de con una intensa lluvia, venirse abajo, como ya
ocurrió con una parte.
Precisamente, para evadir esas
responsabilidades del municipio, ahora el alcalde salió a declarar que las
direcciones de Desarrollo Urbano y Protección Civil -que debieron intervenir
las obras con anterioridad- ahora llamarán a cuentas a la empresa responsable
de la construcción del fraccionamiento Lucas Martín, “debido al incumplimiento
de los ordenamientos respectivos para la edificación de viviendas”.
Ahora que ya se desgajó el cerro y tres
viviendas están en peligro de colapsarse en la zona aledaña al río Sedeño,
nuestras autoridades municipales, prometieron hacer lo que tuvieron que hacer
antes del desgajamiento del cerro, desde antes que empezaran a construir y
desforestar toda esa área verde, que iban a llamar a cuentas a los
constructores.
Aquí construyeron no una casa, sino
toda una sección del fraccionamiento Lucas Martín y ninguna autoridad se dio
por enterada.
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