Y si de evaluaciones educativas hablamos…
La otra versión:
René Sánchez García.
En días pasados, la Secretaría de Educación Pública, dio a conocer los resultados finales de las evaluaciones aplicadas a los aspirantes a alguna de las plazas docentes de nivel medio superior para el ciclo escolar 2015-2016; así como también los resultados de los exámenes aplicados a los egresados del bachillerato (generación 2012-2015) en todos y cada uno de los estados de la república. Como ya es una cuestión bastante conocida y repetitiva, las calificaciones obtenidas por los aspirantes a docentes, así como de los jóvenes que aspiraron a estudios profesionales en México, no fueron nada favorables, lo que nos llega a la conclusión de que la educción que imparte el estado se encuentra en grave crisis desde hace ya varios años.
Primeramente, en los concursos de oposición llevados a cabo el pasado 20 de junio, a fin de que los aspirantes a profesores lograran cubrir alguna de las plazas para el ciclo de bachillerato en todo el país, la SEP informó que “casi siete de cada 10 aspirantes a funciones docentes y técnicos docentes en educación media superior resultaron no idóneos en el concurso de ingreso”. En números se traduce que sólo el 34% fueron calificados como “idóneos” y el 66% como “no idóneos”. Para los aspirantes a cubrir alguna plaza de dirección escolar, los resultados fueron un poco más favorables, pues el 47.6% son idóneos y el 52.4% no idóneos. Para supervisor escolar sólo el 27.4 es favorable y el 72.6 no favorable. Finalmente, para los cargos de asesoría técnico-pedagógica, el 48.9% resultó aprobado y el 51.1%, reprobado. Asunto anterior que nos habla de la mala preparación recibida por los jóvenes aspirantes en sus respectivas escuelas normales superiores, universidades y centros de enseñanza destinados a preparar cuadros para la docencia.
Igual estado desastroso se presenta en los resultados del examen aplicado por el Plan Nacional para la Evaluación de los Aprendizajes (Planea) a los egresados del bachillerato en todo el país, donde según la SEP “En México, ocho de cada 10 estudiantes que concluyen su bachillerato tienen conocimientos insuficientes o elementales en Matemáticas, y 64 por ciento se ubican en esta condición en comprensión lectora”. En Matemáticas las deficiencias se centran en resolver operaciones básicas con números enteros o aplicar procedimientos aritméticos y geométricos simples. En el caso de la comprensión lectora, las deficiencias están en la ubicación de un tema central dentro de un texto, así como en distinguir los elementos de tipo discursivo, de opinión y hechos dentro de un texto.
Según la SEP, un hallazgo importante encontrado en esta investigación de la calidad de la educación en México, fue que “mientras los docentes destinan 75% de su tiempo en el salón de clases a actividades de aprendizaje de todo tipo; los alumnos destinan el 35% de su tiempo en el aula a cosas que no tienen que ver con la enseñanza, simplemente porque no se enganchan con lo que ocurre en los momentos en que se construyen los aprendizajes”. Igualmente, estos casos de insuficiencia en los alumnos se presentan en su mayoría en los lugares pobres y alejados de todo tipo condiciones favorables de tipo cultural; mientras que en el caso de los profesores las deficiencias tienen que ver con el tipo de ingreso económico que perciben quincenalmente.
Todos estos indicadores servirán, sin duda alguna, para favorecer a la educación privada en México y seguir desprestigiando a los profesores, sobre todo a aquellos, para quienes la reforma educativa en México tiene un carácter “punitivo”.
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