¿Y SI PERDIERA MORENA?
¿Y SI PERDIERA MORENA?
Pedro Peñaloza
“Prefiero los
sueños del futuro que la historia del pasado”.
Patrick Henry
A ver, construyamos un escenario: supongamos que
llegamos a las elecciones presidenciales de 2024 y el resultado arroja el
triunfo del candidato o candidata de la oposición. Pero antes, imaginémonos que
Marcelo Ebrard dejó sus poses críticas y abdicó a sus pretensiones; que Augusto
corrió a besarle la mano a su paisano por su sabio dedazo; que Monreal se
conformó con lo que sea y felicitó al presidente por su altura de miras; que
Fernández Noroña fue usado por el PT para negociar un puñado de legisladores; y
Claudia Sheinbaum, la favorita del pequeño autoritario, es ungida como la
representante del oficialismo.
Se realizan dos debates entre los candidatos
presidenciales. En ambos arrasa la oposición, ante la incolora e inexpresiva
candidata morenista. Ahí Claudia confirma que es incapaz de presentar
propuestas coherentes, con emoción y sin expresiones monocordes. En los
diálogos de referencia el abanderado de Movimiento Ciudadano cumple con su
papel testimonial y ariete del gobierno.
En tanto, el presidente López Obrador se convierte
en el coordinador real de la candidata oficialista. Usa las misas de siete para
dirigir la campaña, incrementa los insultos a opositores y periodistas
críticos. Lanza al SAT, la UIF, y a la FGR a perseguir e intimidar candidatos y
apoyadores de la oposición. El tabasqueño dedica todo su tiempo a las
elecciones, da línea a los gobiernos estatales y arma las listas plurinominales
de diputados y senadores. Utiliza su ejército de incondicionales y los
convierte en una capa protectora ante la posible imputación de delitos
electorales. Aunque poco le importará.
En ese escenario, las cifras de las encuestas no
favorecen al partido en el gobierno y, en consecuencia, las huestes de Morena,
con sus gobernadores y todos los recursos institucionales, intensifican una
campaña de desprestigio contra el frente opositor, incluyendo actos de
violencia. Presionan de múltiples formas a las autoridades electorales de todos
los niveles para que se inclinen a favor de los candidatos oficiales.
Siguiendo con esta construcción, llegamos al día de
la elección con una votación copiosa. Se presenta una seria competencia en todo
el país. Los números indican que va arriba la oposición. Ordenan desde Palacio
que se pongan en movimiento las fuerzas armadas y estén a la orden de los
gobernadores oficialistas. No obstante las clientelas y el acarreo, la
movilización ciudadana vigila y vota masivamente. Morena pierde la presidencia
y su mayoría parlamentaria, se colapsa el discurso soberbio del morenismo.
¿Alguien, en su sano juicio, cree que López Obrador aceptaría la derrota? Esa
es la pregunta estratégica.
@pedro_penaloz