¡¡YA EMPEZÓ!!
¡¡YA EMPEZÓ!!
Por Ramón Durón Ruíz (†)
Leyendo a ese sabio que era Osho, me
encanta cuando decía: “¿Sabes cuáles son las razones de tu sufrimiento?, querer
controlarlo todo, desear que las cosas sean como tú quieres, aferrarte a lo que
no puede ser, desear que el pasado sea diferente, querer que otros sean como tú
quieres que sean, no aceptarte tal como eres en cada momento. En resumen, vivir
en tu mente y perderte del presente.”
El viejo Filósofo ha aprendido de esas
escuelas de luz, amor y sabiduría que son las abuelas, lo trascendente que es
que dejes de ponerle peros y límites a tu vida, que aprendiendo a amarte a ti
mismo y armándote de valor, confíes en el Padre con todo tu corazón y fluyendo
amorosamente con el río de tu vida, te des el permiso de ir mar adentro.
Nunca olvides que cada nuevo amanecer
está hecho para que goces el milagro de la vida y es una ocasión especial, para que teniendo un propósito que te
diga hacia dónde vas, pongas todo tu empeño y seas capaz de dejar pintado tu
semblante en la faena; como por arte de magia tu vida cambiará.
Por lo menos una vez a la semana, DATE
PERMISO DE… caminar descalzo en la tierra o en el zacate, de reír a carcajadas
como lo hacías en tu infancia, de sonreír amablemente, de abrazar tus sueños y
también a la gente de tu vida, el toque que genera el abrazo tiene el influjo
de ahuyentar la soledad y aquietar los miedos, recordándote que eres una
expresión sólida de amor.
Hoy –porque la bendición de la vida se
vive en el hoy–, también DATE PERMISO DE… ensimismarte en ti mismo y gozar el
panorama, disfrutando cada amanecer, viviendo el día como si fuese una fiesta,
porque eso es la vida: ¡una fiesta!
Cuídate y disfruta la tarde con sus
multicolores destellos y enamórate de la noche tachonada de estrellas. ¿Sabes
una cosa? Dios los ha creado especialmente para el ser más
espectacular del universo: ¡TU!
Por la noche, al llegar al final de la
jornada, te invito a que ores; ora por tu familia, por tus seres queridos, ora
por los enfermos, por que pase ésta pandemia, por las madres solteras, ora por
los desempleados y los que sufren de soledad, la oración ayuda a construir
puentes espirituales, que te alinean con el universo, te conectan con la
prosperidad, te apoyan en tu transformación, evolución y crecimiento
espiritual.
Después, da las gracias por
la bendición del día que se te obsequió –mientras que a otros más talentosos,
fuertes, poderosos, se les ha negado el milagro de la vida–; haz un repaso de
tus errores para que los enmiendes, reconoce tus logros, que te recuerdan que
eres una expresión divina en lo humano, y disponte a conciliar el sueño…
satisfecho y en paz contigo mismo.
El viejo Filósofo da las gracias a
DIOS por permitir que, en mi ingenuidad provinciana, enriquecida por una exagerada
buena fe y por el sentido común, del que los mexicanos gozamos a flor de piel,
pueda trasmitirte estimado lector, algunas reflexiones en voz alta y
obviamente el humor que cuando se lee desde la óptica
del amor, genera un poder que le da una visión policroma a tu existencia.
Gracias también, a aquellos que desde toda la geografía nacional y del
extranjero, solicitan la Agenda 2021 de El Filósofo de Güémez, al
WhatsApp: 8348530208 o al 8341188679 o bien al Email: gaby_tuexi@hotmail.com; lorenareyes_0405@hotmail.com;
Gracias por leer y creer en un viejo campesino que dedica su vida como
obra de amor, a trabajar en el terapéutico poder del humor.
El humor es un valor que te enseña que “la vida es una
obra inacabada en proceso de perfeccionamiento”
Lo del humor me
recuerda cuando el viejo Filósofo se sienta a ver la televisión y dice a su
hijo:
— ¡Hijo!, por favor tráeme una “chela”,
ANTES DE QUE EMPIECE.
Al rato dice: — Tráeme otra cerveza,
QUE NO TARDA EN EMPEZAR.
A los pocos minutos, le vuelve a decir:
— Tráeme otra… PORQUE YA VA A EMPEZAR.
De pronto, la esposa preparando los
alimentos explota y con voz alterada dice: — ¿Ese es el ejemplo que le das a tu
hijo ‘abrón?, ¿Te parece bien estar sin hacer nada, tomando cerveza tras
cerveza, mirando esos programas de beis y futbol, que nada más a ti te gustan y
que son puras ‘endejadas?
El Filósofo suspira y le dice a su
hijo: — Lo ves… ¡¡YA EMPEZÓ!!