YA SE ACABARON EL DINERO
YA SE ACABARON EL DINERO
Por Aurelio Contreras
Moreno
Para nadie con dos
dedos de frente es un secreto que los altos índices de aprobación del
presidente Andrés Manuel López Obrador y del régimen que encabeza se concentran
en un solo rubro: sus programas clientelares.
Sin sus “becas del
bienestar”, el gobierno de la autoproclamada “cuarta transformación” sería repudiado
por su brutal ineficiencia y ausencia de resultados, y Morena no tendría la
mínima oportunidad de permanecer en el poder.
Es gracias a los
apoyos económicos que reparten entre jóvenes y adultos mayores, y que al
sumarse entre varios miembros de una familia le permiten a la misma satisfacer
al menos sus necesidades básicas –y muchas veces subsistir sin tener que hacer
más-, que el lopezobradorismo se mantiene a flote, aunado por supuesto al
discurso populista y a la propaganda que, empero, por sí solos no podrían
sostener a un gobierno cuyos “logros” más “relevantes” son obras faraónicas que
no funcionan y que provocan más problemas de los que resuelven.
Para financiar sus
programas clientelares y sus obras insignia, el gobierno lopezobradorista ha ido
destazando poco a poco a instituciones y organismos públicos a los que, simple
y llanamente, les arrebató el dinero o los desapareció para hacer lo mismo:
ocupar su presupuesto para financiar sus fines cortoplacistas y electoreros.
Fue lo que sucedió con
aquellos 155 fideicomisos que servían para fondear la investigación científica
y tecnológica, así como diversos programas de educación superior de excelencia
y actividades artísticas. Usando como pretexto que había “corrupción” en su
operación –la cual nunca se molestaron en probar, como sucedió también con la
cancelación del aeropuerto de Texcoco-, los extinguieron echando mano del
mayoriteo legislativo y se apoderaron del dinero, del que nunca rindieron
cuentas, como es también una arraigada costumbre de la “4t”. No por nada
quieren acabar también con el INAI.
Pero eso no fue lo
más grave. El gobierno dejó de invertir en educación y, criminalmente, en
salud, “pichicateando” y hasta negándose a la compra de medicamentos, lo que ha
provocado la muerte de miles de personas en el país, en especial durante la
pandemia. Todo, con tal de mantener el poder a través de la compra de
voluntades.
Sin embargo, no hay
presupuesto público que alcance ante el derroche sin ton ni son del dinero
público. Y en este caso, estamos ante la proximidad del cataclismo. Y no es
exageración.
Este martes, López
Obrador envió a la Cámara de Diputados una iniciativa que busca “compactar” la
Administración Pública Federal mediante la fusión o extinción de 18 órganos y
fideicomisos públicos.
La iniciativa elimina
la Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional Anticorrupción, la Coordinación
General de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados, la Secretaría Ejecutiva
del Sistema Nacional de Protección a Niñas, Niños y Adolescentes; el Instituto
Nacional de Lenguas Indígenas, el Instituto Nacional de Ecología y Cambio
Climático, Instituto Mexicano de la Juventud, el Instituto Nacional de las
Personas Mayores, el Consejo Nacional para el Desarrollo e Inclusión de las
Personas con Discapacidad, el Centro Nacional para la Salud de la Infancia y de
las Adolescencia, por mencionar a los que les toca “guadaña” del sector social,
que se supone es donde mayor énfasis pone la actual administración.
Los argumentos para
esta “purga” son tan falaces, doctrinarios e ideologizados como siempre: que si
la duplicidad de funciones, que si el modelo neoliberal, que si la “austeridad
republicana”. Pero el verdadero fondo es que ya no hay dinero para financiar un
gasto que se ha vuelto insostenible y que el gobierno de López Obrador no solo
quiere mantener, sino incrementar en la víspera de la sucesión presidencial.
Sin clientelismo, sus
posibilidades de triunfo en las elecciones –que no se limitan a la elección
presidencial, sino a la del Congreso de la Unión y las de las entidades que
renovarán gubernaturas- se reducen drásticamente. Y por mantenerse en el poder,
están dispuestos hasta a hacer sangrar a las piedras.
Ya se acabaron el
dinero. ¿Qué más buscarán destruir para saquearlo?
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter:
@yeyocontreras