¡Yolli, presa política!
¡Yolli, presa política!
Por Edgar Hernández*
Las atrocidades del gobierno de Cuitláhuac García.
Tal vez por a la escasa difusión que en su momento se
le dio o porque la consumación del atropello fue escondido por el “Bola #8”, el
punto es que Yolli García Álvarez, titular del IVAI, fue llevada a prisión hace
más de 630 días luego de negarse a ocultar las irregularidades del gobierno de
Cuitláhuac García.
Es una presa política que no ha sido juzgada y es
objeto de agravios, maltrato, falta de alimentos y atención médica en el penal
de Pacho Viejo donde se encuentra recluida.
Mientras el gobernador niega conocer el caso.
Las evidencias, sin embargo, ahí están. Fueron
entregadas por Yolli García Álvarez a su familia para que las hiciera llegar a
la Comisión senatorial que investiga violación de los derechos humanos y presos
políticos en Veracruz.
Yolli fue aprehendida y privada de su libertad el 26
de marzo del 2020, un día después de concluir su encargo, acusada de
supuestamente haber nombrado a personal del Órgano Interno de Control del IVAI,
sin tener atribuciones para ello.
La de Yolli ha sido una historia de absurdos gestada
por el gobierno de Morena.
El 22 de diciembre del 2020 fue acusada de un nuevo
delito, señalándosele que su omisión de no haber dotado de presupuesto al
Órgano Interno de Control, trajo como consecuencia que no se nombrara al
personal de esa área, es decir, ese mismo personal del que también se le acusó
de haber nombrado de manera irregular.
A pesar de que ninguno de los delitos de los cuales
se le acusa es considerado grave, ni amerita prisión preventiva oficiosa, va
para dos años de privación de su libertad y sin la debida atención médica en el
Reclusorio de Pacho Viejo, Veracruz.
En el mes de marzo de 2019, el titular del Órgano
Interno de Control presenta diversos escritos, solicitando a Yolli García
Álvarez, como presidenta del Instituto, que le asigna su presupuesto, señalando
que se le deben entregar directamente a él más de tres millones de pesos, en
los que se contemplaba un sueldo de director de 50 mil pesos y tres sueldos
para sus subdirectores de alrededor de 35 mil pesos. Sueldos que el contralor
toma del Poder Ejecutivo.
En el mes de marzo del 2020, un año después se
ejecuta una orden de aprehensión en su contra, un día después de haber
concluido su cargo como comisionada del IVAI.
Los otros dos comisionados que integraban el Pleno,
fueron invitados a renunciar con la promesa de liberar a Yolli García, lo que
hicieron inmediatamente después de su detención.
En el mes de abril se vincula formalmente a proceso
a Yolli García Álvarez y de manera ilegal e injustificada se dicta la medida
cautelar de prisión preventiva en su perjuicio por seis meses, misma que
actualmente se encuentra como indefinida.
Los supuestos delitos de los que se le acusa no son
considerados graves, y, por tanto, no ameritan prisión preventiva.
Sin embargo, ella ya tiene más de 630 días internada
en el cerezo de Pacho Viejo, Veracruz, enfrentando sus procesos frente a un
juez de consigna y un Poder Judicial del Estado sumiso.
En el mes de agosto del 2021, 50 integrantes o
exintegrantes de 28 organismos garantes de transparencia del país, suscribieron
un desplegado mostrando preocupación por su proceso.
En el mes de diciembre, se realiza una audiencia en
la cual se ratifica, por tiempo, indefinido, la medida cautelar de prisión
preventiva.
Es importante destacar que la titular del área de
transparencia de la Secretaría de Gobierno de Veracruz, que encabeza Eric
Cisneros, es nombrada posteriormente presidenta del IVAI en abril del 2020.
El Fiscal Anticorrupción, que solicitó la
aprehensión de Yolli García Álvarez, es designado comisionado por el Instituto
para ocupar uno de los dos espacios de los comisionados que renunciaron cuando
apresaron a la citada, mientras que el Fiscal que directamente acusó y dio
seguimiento al inicio del proceso en su contra, es nombrado director Jurídico
del propio IVAI.
Conclusión:
Evidente por lo burdo el interés de encarcelar a
Yolli García para tomar el control del organismo garante de transparencia de
Veracruz, porque en los hechos ella y sus dos compañeros, hoy ex comisionados,
demostraron, desde diciembre del 2018 su independencia, al obligar a distintas
dependencias del gobierno estatal, a entregar información que indebidamente
habían clasificado como reservada, y porque abrieron procedimientos oficiosos
contra servidores públicos de primer nivel, entre otras cosas, por usar fotos
de niños y exhibir datos personales.
Es evidente que Yolli García Álvarez es una presa
política más del estado de Veracruz, y que su único delito fue haber incomodado
y causado molestia en el Poder Ejecutivo Estatal, al cumplir con sus
obligaciones como comisionada encargada de garantizar el derecho a la
información y el derecho a la protección de datos personales en Veracruz, en el
periodo de diciembre de 2018 a marzo de 2020.
Su encarcelamiento debe ser considerado como una
violación grave a sus derechos humanos y como un atentado a la libertad de
expresión, que se nutre de la información pública para poder ser ejercida por
al menos dos razones:
Primero. Intimida a cualquier comisionado o
comisionada del estado de Veracruz y de todo el país.
Segundo. Se puede presumir que los hechos que los
comisionados, designados tras sus renuncias, fueron designados a modo para
proteger y no incomodar al gobierno estatal.
De ese tamaño son las atrocidades del gobierno de
Cuitláhuac García.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de
Periodismo