Editorial

DÍA MUNDIAL DE LA MUJER RURAL

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Dra. Ma. Eugenia Espinosa Mora

 

En el Día Mundial de las Mujeres Rurales, es importante hacer referencia a sus derechos como mujeres en general, pero sobre todo, aquellos relacionados con el acceso a los recursos agrícolas y al financiamiento que les permita desarrollar actividades productivas y obtener créditos en el campo como mujeres agricultoras.

 

Las condiciones de pobreza en el orden alimentario y la precariedad en los ingresos monetarios, afectan el goce y ejercicio de sus derechos humanos, sobre todo, a la alimentación, a la tierra y a la vivienda digna. Una constante ha sido también la falta de acceso a diferentes servicios sociales, educativos y de atención a la salud.

 

De acuerdo con la SAGARPA: “las mujeres rurales emplean hasta 16 horas al día produciendo, elaborando, vendiendo, preparando alimentos, recogiendo materiales para combustible y acarreando agua para el hogar, además de otras faenas como el cuidado de los hijos, familia ampliada y animales de traspatio”. [1]

 

Aun cuando las mujeres rurales contribuyen en gran medida a la producción alimentaria nacional, han existido limitaciones de tipo legal y de usos y costumbres que las han excluido de participar y tomar decisiones en cuanto al otorgamiento de recursos y financiamientos agrícolas.

 

“En el país hay 5.7 millones de personas ocupadas en el campo, de las cuales 27 por ciento son mujeres, de ellas sólo 20 por ciento son propietarias de la tierra” (INEGI)… En el caso de México, 22 por ciento de las unidades económicas rurales están a cargo de mujeres, sin embargo 75 por ciento de ellas no reciben un salario por su trabajo. Además sus oportunidades de desarrollo son limitadas puesto que apenas 13 por ciento de las mujeres rurales tienen propiedad jurídica de sus tierras, y prácticamente no tienen acceso al crédito ni a servicios de capacitación”.  [2]

 

En este sentido, algunas de las observaciones finales del Comité sobre la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer México (CEDAW), se refieren a la preocupación por el analfabetismo entre las mujeres que viven en las zonas rurales (18.2%); así como por la persistencia de prácticas culturales que subordinan a las mujeres en muchas comunidades rurales; pero sobre todo, por la falta de acceso a la tierra, a la justicia y a la propiedad. Por lo que el Comité de la CEDAW recomienda eliminar todas las barreras basadas en la edad y el sexo que obstaculizan el acceso a los créditos y préstamos agrícolas. (52º período de sesiones, 27 de julio de 2012)

 

Es por ello que se requiere de políticas públicas en materia de igualdad entre mujeres y hombres, implementar estrategias adecuadas a sus necesidades, así como difundir y capacitar a las autoridades competentes sobre los derechos humanos de las mujeres y coadyuvar a la vinculación interinstitucional para la creación de mecanismos que les permitan una mayor integración al desarrollo económico del país.

 

[1] Boletín No. 037/2012, jueves 24 de mayo de 2012

[2] (http://www.fao.org/agronoticias/agro-noticias/FAO, 07/03/2012)

 

  • Académica e Investigadora UNAM/ INACIPE. Sociologa, Maestra en Política Criminal, Doctora en Ciencias Penales y Política Criminal

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