151 DEL NATALICIO DE MARÍA ENRIQUETA
151 DEL NATALICIO DE MARÍA ENRIQUETA
Hace siglo y medio que María
Enriqueta Camarillo y Roa nació en la calle real de la Villa coatepecana de
aquel ayer, inmersa en apacibilidad, bajo cielos azules y niebla que abrazaba
el singular paisaje provinciano. Hoy los recuerdos se acercan y se dibujan en
la mente haciendo latir el corazón. Visité el museo y me llamó la atención una
novela que la poeta escribió en 1918, un trabajo que comenzó en Suiza y lo
terminó en España, “Mirlitón”, de inmediato lo adquirí y comencé a leer, a
introducirme en sus páginas y conocer la imaginación y el talento literario de
la poeta, una obra que aún nos llega para sentirla presente. Todo parece
indicar que María Enriqueta inspiró su vida en un verso de claros oscuros que
vivenció en mundos lejanos, que solo, cuando su planta se cansó de tanto
caminar, la muerte la llamó a descansar, para acercarla a su tierra natal, para
que repose el sueño de la eternidad.
Pensando en lo que fue su vida, tracé unos versos muy
sencillos a su recuerdo, tal vez como un reconocimiento o un tributo a su
existencia, hoy en esta significativa fecha se los comparto:
MARÍA
ENRIQUETA
Coatepec,
es tu tierra natal,
María
de los ojos oscuros,
Niña
que despertó en el suelo del cafetal,
Persiguiendo
mariposas y cocuyos.
El
viento te alejó hacia mundos lejanos,
Pero a
este pueblo, en el corazón te llevaste,
Para
no estar sola, interpretando tu piano,
En
esas tardes, que enseñabas tu arte.
Bajo
mantos tejidos de estrellas,
Muchos
versos, a Coatepec escribiste,
Por
ser poeta de las cosas bellas.
A
pesar de la distancia, por completo,
Nunca
te fuiste.
Fuiste
poeta, cantora y escritora,
Y
fiel, a tu terruño, un día volviste,
Aunque
inerte ya a tu cuerpo se le llora
Hoy duermes;
para siempre, insigne señora.
Coatepec,
te llora una lágrima
Y en
el corazón guarda tu triste historia,
Rosas
de la infancia, aún se añora,
Gracias,
María, por ser su autora.