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Por: Héctor Larios Proa

Metros habrán de recorrer para llegar a la meta. Pero hace muchos días, semanas, meses, y años que dieron su primer paso para sobrepasar los límites, experimentar el poder de su voluntad al no dejarse vencer por la flojera, el cansancio, un dolor muscular o articular, calor o frío.

Algunos los vemos entrenar cuando el sol no se asoma, a lo lejos los vemos desaparecer como sombras entre calles vacías, por los Carriles o la Unidad Deportiva, otros días van a campo traviesa cruzando cañales y extintos cafetales acumulando kilómetros. Suben el cerro, ascienden el Cofre de Perote, encienden las pasiones hasta contagiar a sus amigos y familiares que orgullosos suben fotografías a las redes y hasta se animan a trotar.  Jóvenes, adultos, viejos están contagiados por el virus de la alegría del buen vivir. Así vemos a los coatepecanos que mañana correrán el maratón de la CD MX en su edición 32.

Unos corren en parejas, otros se prepararon en grupos, y otros más en solitario van devorando metros dejando ir los pensamientos, sorteando obstáculos, la altura, humedad, una mala noche que no te deja dormir con pensamientos negativos, y tantos imponderables que suceden para cruzar la megalópolis que es la ciudad de México.

Saldrán del Hemiciclo a Juárez, llegarán a Paseo de la Reforma para internarse en un circuito trazado en las inmediaciones de Polanco pasarán por el Museo Soumaya, el Acuario se encontrarán nuevamente con Reforma hasta llegar al Periférico, cruzarán el Auditorio, Chapultepec, el Museo de Antropología, la Estela de Luz, la Diana Cazadora, el Ángel, La Glorieta de la Palma y llegarán hasta el monumento a Cuauhtémoc, para ingresar por avenida de los Insurgentes hasta su glorieta para realizar un recorrido por la Zona Rosa, la colonia Condesa y regresar otra vez a Insurgentes a la altura del Viaducto habrán llegado al km. 32.

Continuarán por la recta donde miles de aficionados los vitorean apoyándolos cuando uno cree que las fuerzas flaquean y surgen dudas. Llegarán a los 35 km, cerca de la Monumental Plaza México, el parque Hundido, en esa larga avenida que cruza la capital. Cada paso por arte de magia se convierte en una fuerza indescriptible que va llegando a cuenta gotas que hacerlos sentir más fuertes a pesar que su trote va descompuesto, en algunos casos. Pero los gritos del público contagian, la alegría de los competidores que sudan a cantaros no son nada comparados con los ríos de transpiración de los entrenamientos. Si tienen suerte ven algún amigo o familiar que les grita sonriente, toma la foto y reanima contagiando energía.

Los últimos kilómetros al llegar a Ciudad Universitaria son mágicos, atrás quedaron las dudas, los malos pensamientos se transforman en mensajes internos positivos poderosos al ver a gente con banderas, repartiendo agua, gritando: “ya la hiciste”, “falta poco”, “tú puedes”. A la izquierda está la Torre de Rectoría descubren que es cierto.

Por dentro se dicen: ¡Lo logre! Entran al túnel del estadio Olímpico de CU, pisan el histórico tartán que los recibe como alfombra y dar la vuelta olímpica, escuchan música pegajosa que dice: “Corre a tu ritmo”, los enciende. Ahora su zancada es más grande, pisan fuerte, se sienten enormes, son gigantes. Al salir de la última curva, llega la recta final, algunos tienen fuerza para el sprint final cruzar la meta, parar el cronómetro.

Qué emoción singular, esa que todos deberíamos experimentar, adrenalina al máximo corre por su cuerpo. Sueños hechos realidad, que extienden el virus indestructible por un estilo de vida sana que inunda su existencia. En su pecho lucirá esplendorosa su medalla latón que sabe a oro.

Buena suerte a tod@s los coatepecanos que se atreven a conseguir sus metas, y convertirse en fuente de inspiración. Vamos: Donald Vanoye, Florencio Morales, Adrián Osorio, Erick Alcántara Ceballos, Arturo García, Geovany Lima, Carlos Olivares, Francisco Ruíz, Carlos Alberto Pérez Torres, Enrique Reboulen, Emmanuel González, Salvador Martínez, Jorge Córdoba, Daniel Castañeda, Carlos R. García,  Raúl F. Martínez, David Siliceo, Nayeli García, Carlos Eder, Carlos Eber, María Félix García, Manolo Sánchez, Rafa Sánchez, Miguel, Carlos Hugo, Gonzalo, Nacho González, Mario, Gildardo Luna, Ana Ma. Domínguez Dauzón, Juan José Campuzano, entre otros. Van por los 42.195.

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