Especial

DÍA DEL MAESTRO…

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El golpe de estado a la II República, da inicio a la guerra civil española. El presidente Manuel Azaña, no puede hacer la hazaña y Franco, el hombre de Ferrol, apadrinado por la Alemania Nazi y la Italia fascista, intenta derribar al gobierno. Miles de republicanos guiados por distintos intelectuales integran un frente para defender sus ideales. Aquí es donde irrumpe el querido y recordado maestro, ARQUITECTO ENRIQUE SEGARRA TOMÁS.

 

Inicia los primeros estudios de Arquitectura en la Universidad de Barcelona; en la Central de Madrid obtiene su graduación. Año 1935 obtiene el Premio Nacional de Arquitectura, buen motivo para celebrar con pensadores de izquierda como Federico García Lorca (la primera víctima de la guerra); el Poeta León Felipe (quien años antes trabajó de bibliotecario en el Puerto de Veracruz); Pablo Casals (acababa de suspender sus actividades musicales en Alemania como protesta de la persecución Nazi); Rafael Alberti (de la Alianza de intelectuales antifascistas); y el poeta Miguel Hernández (miembro del Partido Comunista de España).

 

El nacionalismo radical de Enrique, lo conmina a tomar las armas y se enlista en el ejército; la encomienda es erigir fortificaciones y amainar la defensa de los contrarios, mandatos muy bien cumplidos durante casi tres años. ¡Oh desgracia impía! los republicanos pierden la guerra. Batallones derrotados cruzan la frontera de Francia donde sufren el maltrato, pero fue mejor que estar muerto. Coartados de su libertad, nuestro personaje y su esposa, presagian la segunda guerra mundial y decretan que la huida es inminente.

 

El Comité de Ayuda a los intelectuales españoles interviene y Enrique con incertidumbre deja a su esposa, se embarca en Marsella, cruza el Atlántico a New York, y en viaje por tren arriba a la ciudad de México. El periodista Luis Suárez (en México vivía la misma condición), lo recibe en su casa. Desolado, inicia una nueva vida; Manuel Suárez y Suárez, el “funesto gachupín” lo contrata para resolver varios proyectos y es enviado al puerto de Veracruz donde realiza la topografía de los fraccionamientos Costa Verde, Costa de Oro y Jardines de Mocambo.

 

La felicidad lo arropa al saber que Toni, su amada compañera, evade el campo de concentración francés y viene a bordo del vapor IPANEMA, que lleva dos meses en altamar evadiendo a los submarinos alemanes. Antonia Idiazábal García, el 28 de diciembre de 1940, día de los santos inocentes, pisa tierra veracruzana; el destino vuelve a unirlos, ahora los lleva a radicar en definitiva en Veracruz. El Hotel Mocambo, el Hospital General y varias escuelas, son edificaciones de Enrique, que desde el ostracismo, mantiene vivo el Partido Comunista Español, propiciando en el Puerto, el reencuentro con antiguos camaradas. Pablo Casals, lo visita, León Felipe, lo frecuenta y seguro la charla gira alrededor de la dictadura de Franco.

 

Me considero muy afortunado de haberlo conocido, de haber admirado el dinamismo de su cátedra, de haber disfrutado el sarcasmo de sus chistes sobre la monarquía española, pero debo confesar que en aquel entonces jamás imaginé al PERSONAJE QUE TENÍA ENFRENTE. Alguna ocasión nos dijo: “El exilio está ensamblado sobre un mito: el resto del mundo es un lugar mejor”, no lo entendí, qué pena, me pasó desapercibido, pero ahora siempre lo refiero como un GRAN MAESTRO.

 

¡Ánimo ingao…!

 

Con el respeto de siempre Julio Contreras Díaz

 

Escuche la versión de audio en la voz del «Jarochito»:

 

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