8° ENCUENTRO NACIONAL DE LA CEREMONIA RITUAL DE VOLADORES EN LOS PINOS
8° ENCUENTRO NACIONAL DE LA CEREMONIA RITUAL DE VOLADORES EN LOS PINOS
En el Complejo Cultural Los Pinos el día de hoy dio
inicio el 8° Encuentro Nacional de la Ceremonia Ritual de Voladores,
realizado por la Secretaría de Cultura a través de la Dirección General de
Culturas Populares, en coordinación con el Consejo para la Protección y
Preservación de la Ceremonia Ritual de Voladores A.C., con un nutrido programa
de conferencias, talleres, vuelos, un corredor artesanal y una muestra
gastronómica del colectivo de cocineras tradicionales Mujeres de Humo, del
estado de Veracruz.
Esta octava edición cuenta con la participación de 267 voladores y
voladoras, entre los que destacan 44 mujeres, todos ellos representantes de 16
comunidades de los estados de Puebla, San Luis Potosí, Michoacán y Veracruz,
además del vecino país de Guatemala, que se reúnen con el propósito de
preservar la unidad y forjar una Red Nacional y Binacional que trabaje en la
salvaguarda de los valores universales de esta ceremonia ritual.
El Instituto Veracruzano de la Cultura acompaña en este 8°
Encuentro Nacional de la Ceremonia Ritual de Voladores a una
delegación integrada por voladores ritualistas, abuelos del Consejo
Supremo Totonaca y al colectivo Mujeres de Humo, cocineras
tradicionales de la región totonaca coordinadas por la embajadora culinaria
Martha Soledad Gómez Atzin, quienes durante este fin de semana ofrecen una
degustación de sabores totonacas.
Con la representación del gobernador Cuitláhuac García Jiménez, la directora
del IVEC, Silvia Alejandre Prado, participó en la ceremonia de inauguración
reconociendo el valor y la resistencia de nuestros pueblos originarios, así
como el compromiso de las instituciones que dedican esfuerzos a la preservación
del patrimonio cultural.
La Danza Ritual de los Voladores fue inscrita en 2009 en la Lista
Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura
(UNESCO). Su origen se remonta al México prehispánico, al año 600 A.C.
aproximadamente, y pervive como una práctica cultural asociada a la vida
agrícola, la siembra, la fertilidad y la prosperidad; está vinculada con la
cosmovisión de los pueblos indígenas, con su concepto de la tierra, el universo
(los cuatro puntos cardinales y el centro) y los ancestros dadores de vida.
Aunque esta representación se asocia generalmente a la región del
Totonacapan, en Veracruz, otros pueblos originarios también la realizan como
una actividad propia de su vida ceremonial y ritual. Actualmente se practica en
los estados de Hidalgo, San Luis Potosí, Puebla, Ciudad de México y Michoacán,
así como en los países de Guatemala y Nicaragua.