DestacadoPedro Peñaloza

A 33 años

Comparte

Pedro Peñaloza

La vida no es lo que uno vivió, sino lo que uno recuerda y cómo lo recuerda para contarla.

Gabriel García Márquez

  1. Primer Acto1985: despertar con el temblor. 07:17 se mueve todo, se oyen gritos y pasos apresurados. Crujen los muros. La desesperación estalla y, sin saber qué hacer, la gente se agrupa en puertas y lugares imaginativamente más seguros. El descontrol domina las emociones. Lo inédito se convirtió en alarido. Sentimos que la muerte se aproxima, pero no, nos deja vivir con nuestros miedos. Respiramos con emoción y desconsuelo.
  2. Segundo Acto. Sesión en la cámara de Diputados. La mayoría priista de la 53 Legislatura, en medio del desastre y la desesperación, las órdenes del Presidente de la República para saber qué hacer. La línea era que no había línea. Los diputados opositores decidimos tomar la iniciativa. Requeríamos actuar con rapidez y eficacia. Ante la inacción gubernamental propusimos desde la tribuna una comisión de reconstrucción. En los días subsiguientes las bancadas del PSUM, PAN, PDM, PMT y PRT, se realizó una posición activa de solidaridad con los datos que ya sumaban millas. En tanto, el PRI y sus satélites (PST, PPS y PARM) desaparecieron de la escena concreta.
  3. Tercer Acto. Un presidente escondido. Miguel de la Madrid mostró su inmensa mediocridad y, junto con Ramón Aguirre, entonces regente de la ciudad, se refugiaron debajo de sus escritorios. Para esos tiempos, de manecillas aceleradas, decidimos estar del lado de los malditos en muchos lugares del entonces DF. Fuimos testigos y promotores de la creación de organizaciones vecinales y barriales. Los oídos sordos y las respuestas fueron grandes y pequeños y el era común. Ante la insensibilidad y torpeza, los legisladores opositores decidimos marchar de San Lázaro al Palacio Nacional. Intentamos hablar con De la Madrid, al llegar a las puertas del Palacio Nacional los soldados las cerraron intempestivamente y hasta cortaron cartucho. Un oficial nos preguntó: «qué se les ofrece», y le respondimos: «Queremos exigirle al Presidente de la República que actúe como Jefe de Estado y deje de esconderse». El militar nos tiene concón y enojo. Entró a Palacio y nunca más volvió. Esperamos más de media hora y nos regresamos a la sesión de la Cámara a informar lo sucedido. El PRI y sus huestes defendieron al inquilino de Los Pinos y, por supuesto, nosotros exhibimos hechos y dimos argumentos para mostrar la incapacidad de los que están siendo afectados del lado de los afectados. Hoy, la historia se repite, el desprecio a los que perdieron todo lo pasado de la solidaridad primaria al abandono oficial. El PRI y sus huestes defendieron al inquilino de Los Pinos y, por supuesto, nosotros exhibimos hechos y dimos argumentos para mostrar la incapacidad de los que están siendo afectados del lado de los afectados. Hoy, la historia se repite, el desprecio a los que perdieron todo lo pasado de la solidaridad primaria al abandono oficial. El PRI y sus huestes defendieron al inquilino de Los Pinos y, por supuesto, nosotros exhibimos hechos y dimos argumentos para mostrar la incapacidad de los que están siendo afectados del lado de los afectados. Hoy, la historia se repite, el desprecio a los que perdieron todo lo pasado de la solidaridad primaria al abandono oficial.

pedropenaloza@yahoo.com / Twitter: @pedro_penaloz

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *